Para el mantenimiento de las vialidades, el gobierno municipal de Querétaro tiene que erogar 7 millones y medio de pesos trimestralmente; sin embargo, este costo no contempla la inversión necesaria para las afectaciones que se derivan de las constantes lluvias que se han presentado en la capital, señaló Mauricio Cobo Urquiza, secretario de Movilidad.
Las labores que se realizan con estos recursos, por parte del personal de la Dirección de Mantenimiento, son referentes a pintura, bacheo y atención a coladeras; sin embargo, no se incluye el tema de reencarpetado, por lo que el secretario recordó que para esta labor se contrató a dos empresas externas, para las cuales se tuvieron que erogar 45 millones de pesos, previo a la temporada de lluvias.
Dijo que aunque en los últimos dos meses el municipio atendió 96 baches, en promedio se reciben 50 denuncias diarias, las cuales son atendidas a la brevedad.
Subrayó, sin embargo, que durante la temporada de lluvias se llegan a cuadruplicar o inclusive a quintuplicar, toda vez que el agua afecta severamente el pavimento.
Dio a conocer que las vialidades donde se presentan mayores problemáticas con los baches son las que conforman el primer anillo, como lo son: Bernardo Quintana, 5 de Febrero, Avenida Universidad, Constituyentes y la Carretera 57. A éstas, anunció, se les dará prioridad en la atención; aunque dijo, ya se tiene presencia en algunas de ellas en los trabajos de rehabilitación.
Mauricio Cobo Urquiza anunció que posteriormente se habrá de trabajar en las avenidas que alimentan al primer anillo, es decir, las vialidades por donde transitan los vehículos para llegar a las arterías más transitadas, como Sombrerete, prolongación Pasteur, prolongación Corregidora y Avenida de la Luz, entre otras.
Sobre el tema de las lluvias, el presidente de la Comisión de Desarrollo Urbano, Obras Públicas y Comunicaciones de la Legislatura Local, Gerardo Ángeles Herrera, dijo que los municipios que integran las zonas metropolitanas I y II del estado presentan mayores riesgos ante la temporada de lluvias, porque el sistema de drenaje se ve con un rezago frente al crecimiento poblacional.