Más Información
Amado Loredo Velázquez ha pasado toda su vida en la comunidad de Ayutla, en el municipio de Arroyo Seco. Creció junto al río cristalino que lleva el mismo nombre que su comunidad y que es uno de los muchos atractivos de la sierra gorda, pues cada año cientos de personas acuden a la zona para acampar.
Recuerda con cariño que cuando era niño sólo caminaba unos cuantos metros y ya se encontraba nadando en el río, por eso conoce el cuerpo de agua de principio a fin, lo ha visto desbordarse, mantenerse al 100% de su capacidad y a punto de secarse durante la temporada de estiaje.
Hace más de 40 años, cuando él y sus hermanos nadaban en el río, Ayutla era todavía un pequeño paraíso escondido en el corazón de la Sierra Gorda de Querétaro, rodeado de cerros enverdecidos y con muy poca presencia de personas ajenas a la sierra. Con el paso del tiempo las inmediaciones del río se convirtieron en un parque ecoturístico, lugar que recibe a los turistas generalmente en semana santa.
La economía local
La derrama económica generada por el turismo atraído por este río de agua fría no se refleja en la economía de las familias de Arroyo Seco, dice Amado, quien comenta que el municipio está lejos de beneficiarse completamente con los servicios de hotelería, restaurantes o pequeñas fondas de la comunidad, creadas para atender a los paseantes. “Aquí casi toda la gente trabajamos en el campo, sí vienen muchos turistas, pero la economía se ve igual que siempre”, comparte.
Cuenta que este último año fue particularmente malo para la siembra y la ganadería, pues pasaron casi 12 meses sin que cayera una gota de lluvia.
“Casi se cumplió un año sin llover, y aparte de eso la canícula también nos afectó radicalmente, a todos, porque a veces pasamos esos 40 días de mucho calor, pero tenemos una que otra lluvia, y este año entró y salió la [canícula] sin que cayera gota de agua, a los que tenemos uno o dos animalitos nos afecta mucho por el agua y la sed. Cada año comienza a llover en junio y en ese tiempo comienzan a sembrar, pero ahora no alcanzaron, la siembra está muy retrasada, prácticamente este año no hubo".
Él, al igual que sus padres y sus abuelos se dedica a trabajar en el campo, hace algunos años sembraba frijol y maíz, hoy se dedica a la ganadería, pues con los climas tan cambiantes ya no es garantía conseguir una buena cosecha al año, así que mejor no se arriesga.
El obstáculo que ahora enfrenta, al igual que decenas de ganaderos en Ayutla, es la poca lluvia que cayó durante el último año, lo que provocó escasez de agua en los pozos, ríos y demás cuerpos de agua en la comunidad, y obligó a los ganaderos a gastar miles de pesos en alimento para sus animales, además de la contratación de pipas.
Amado Loredo trata de conseguir en el mismo campo, alimento para sus vaquitas, becerros y gallinas, sin embargo, también debe comprar gallinaza y pollinaza, con un precio de 250 pesos el kilo. “¿Se imagina lo que es comprar una tonelada?", pregunta.
“Cuando el tiempo viene crítico, como este año, hay que estar comprando y comprando pastura para poder solventar el alimento de los animales. En tiempo seco yo casi no compro pacas, en la huerta tenemos un pasto que sirve para los animales, entonces yo lo seco y se los doy, pero lo que compro es gallinaza, y esa a veces sale cara, a veces hasta a 230 o 250 el kilo, comprar eso es un dinerito y a veces uno no lo tiene, tenemos que vender algún animalito para poder pagar esto que necesitamos”.
Sin cambios en Ayutla
Cuando mira hacia atrás y piensa en lo que era Ayutla hace 30 o 40 años, Amado encuentra diferencias en el crecimiento poblacional, ve que en la zona cada vez hay más viviendas y turistas, incluso reconoce que se ha mejorado la infraestructura carretera, pero cuando reflexiona sobre los empleos y las condiciones de vida, dice que la situación es la misma no sólo en Ayutla, sino en todo el municipio de Arroyo Seco.
Padecer temporadas de sequía es algo habitual para los ganaderos de la zona serrana, no hay mucho que puedan hacer para combatir los inclemencias de la naturaleza, aunque sí podrían tener el apoyo de las autoridades, comenta Amado, sin embargo, nadie se interesa en obras que no se ven.
En la comunidad recientemente se inauguró un puente para conectar a Ayutla con El Aguacate, en la zona también se han reparado varios caminos para mejorar la movilidad, pero nadie habla de las afectaciones que los ganaderos y agricultores viven cada año. Porque eso sí, dice Amado, el clima no era tan injusto hace un par de décadas.
“El gobierno podría ayudarnos subsidiando algunos productos de pastura para los animales, para que nosotros no gastemos porque ellos saben que cada año se pone muy difícil aquí, sí hemos hecho esas peticiones, principalmente a la Asociación Ganadera, pero casi no nos apoyan”, comenta Amado.
A pesar del panorama adverso que se vive en Arroyo Seco durante los últimos meses, Amado Loredo Velázquez no pierde el optimismo y espera que la temporada de lluvias se regularice en el mes de septiembre.
bft