Por tradición católica, cada dos de febrero es el día de la Candelaria, en el que varios eventos se conjuntan en el festejo con el que oficialmente se concluyen las fiestas navideñas, además que es la fecha en la que aquellas personas que en la rosca de reyes adquirieron un Niño Dios, tienen que hacer el pago de los tamales.
De acuerdo con la señora Alejandrina Moreno, quien desde hace más de 20 años realiza vestidos para Niño Dios, el principal objetivo del 2 de febrero es dar gracias por todas las bendiciones obtenidas y llevar al Niño a que el padre de la iglesia más cercana lo bendiga, “lo primero que se debe hacer, es vestir al Niño Dios y llevárselo a nuestro padre para que nos lo bendiga”, afirmó.
Conforme con la religión católica, en este día se termina la temporada navideña con el levantamiento del Niño Dios y su presentación en el templo, esta tradición va ligada al 24 de diciembre, fecha en la cual se celebrara su nacimiento.
Esta tradición arribó a México con la llegada de los españoles y la posterior colonización.
Sin embargo, la historia prehispánica señala que es la temporada en que se pedía a los dioses Tláloc, Chalchiuhtlicue y los Tlaloques por las buenas cosechas y lluvia abundante con ofrendas de maíz y tamales.
Moreno mencionó que ahí entra otra creencia religiosa, en la que se señala que el Niño Dios, es una especie de amuleto para la familia que lo tiene; dependiendo de los años que tenga dentro de la familia, es decir que si una familia lo cuida y lo utiliza año con año, en lugar de cambiarlo; estos se ven favorecidos con bendiciones, “no lo podemos andar cambiando, se tiene que cuidar y es el que ponemos el 24 de diciembre, lo arrullamos y el dos lo llevamos a su misa”.
En México, esta celebración cobra realce por el esplendor que tiene los diversos platillos. Además la creatividad y el sazón se pueden incluir y observar expresadas en una olla de tamales multicolores y de diversos olores y sabores; así como en los atoles con los que se debe acompañar, obligadamentem, dicho platillo.
Originalmente quienes tenían la suerte de sacar un muñequito en la rosca de reyes eran quienes debían ayudar a preparar los tamales.
 No obstante, en estas épocas se confía en la mano experta de alguien más para prepararlos y llevarlos a casa, comentó Alejandrina.
Raíz azteca.El fraile español Bernardino de Sahagún, en sus escritos, se refiere a la gran variedad de tamales que se podían encontrar en los mercados de aquel entonces y que, incluso, estaban presentes en los banquetes del emperador Moctezuma.  Esta comida tiene mucha influencia azteca.
En aquel entonces los tamales eran rellenados con chile dulce, jitomate y semillas de zapallo molidas, las cuales eran mezcladas con las carnes de faisanes, codornices y pavos.
Nuestra Señora de la Candelaria. Otra lectura que se le da a esta celebración es el de la fiesta de Nuestra Señora de la Candelaria o fiesta de la Candelaria. Es una fiesta popular celebrada por los cristianos, en honor de la Virgen de la Candelaria, que se apareció en Tenerife (Islas Canarias), al sur oeste de España, a principios del siglo XV.
En la actualidad las personas pueden o no seguir festejando esta fecha por lo motivos religiosos, sin embargo, es un momento en el que al igual que los diversos festejos navideños, cualquier pretexto es adecuado para hacer convivencias con los amigos o los familiares.

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