De niño le recitaba poemas a las montañas de su querido Tepoztlán. Y al convertirse en adulto, Ekiwah Adler se dio cuenta que su poesía seguía hablando de flores, pajaritos y montañas. “Pero detrás de eso estaba guardando mucho miedo, mucha inseguridad de mi propia sexualidad”, dice a EL UNIVERSAL Querétaro el joven poeta, sentado en su silla ruedas.
Ekiwah está por primera vez en Querétaro y este sábado 3 de diciembre dará cierre al Festival Oxímoron con Amor sobre ruedas, obra poética que habla de la sexualidad y el erotismo en la discapacidad. “Es muy importante trasmitir que las personas con discapacidad pueden apropiarse de la vida a través del arte y la escritura, concretamente en mi caso de la poesía, y tener una vida sexual digna y plena”, expresa.
La presentación de Amor sobre ruedas, dice el mismo Ekiwah, no será una presentación “formal” de poesía, será divertida, habrá “chismes” íntimos del autor y están invitados todos, personas con o sin discapacidad.
“Van a poder averiguar chismes muy íntimos sobre mi vida, por eso: si eres un joven de la secundaria, quiero que vengas a la presentación; si eres una persona con discapacidad que quiere encontrar novia y no sabe cómo hacerle con tanto miedo, quiero que vengas a la presentación; si eres una persona que alguna vez se ha enamorado de alguien que tiene una discapacidad pero tiene miedo de expresarle eso, quiero que vengas a esta presentación”.
Participar en el Festival Oxímoron es algo que había soñado Ekiwah. Conoció el trabajo realizado en las dos anteriores ediciones, principalmente el trabajo de fotógrafos ciegos. Y en su primera participación en Oxímoron, también ofreció un taller de poesía para niños y jóvenes con discapacidad.
“Uno de mis sueños más grandes, por años, es que hubiera un festival de artistas con discapacidad. A veces la discapacidad entra como un punto de partida desde dónde observar el mundo; se habla en términos de la discapacidad con discursos que tienen que ver con la lastima, la caridad o la atención médica, pero hay toda una gama más amplia de expresión en cada uno de nosotros, y más que ser sólo un festival de artistas con discapacidad va incluso más allá, incluye a todos”.
Creció rodeado de montañas
Ekiwah Adler nació en Morelos en 1987, y nació con parálisis cerebral infantil, que le impidió el movimiento. Creció rodeado de las montañas de Tepoztlán, pero de donde creció su apego a la poesía no está tan seguro.
“Si soy completamente sincero no tengo ni la menor idea de cómo llegó a mí la poesía, llegó como una especie de instinto misterioso, decía Borges en su libro Arte poética, citando a otro autor, que el arte no es algo que hacemos o que decidimos sino algo que nos sucede y esa fue mi experiencia, el arte me sucedió. Yo crecí rodeado de las montañas de Tepoztlán y esas montañas me han dado una gran inspiración, porque veía formas en ellas; monos, águilas, duendes; la percepción para la gente de Tepoztlán es que las montañas están vivas y a partir de eso, a los tres años, le recitaba poemas a las montañas”.
Aquello que parecía un juego, una conversación con la naturaleza, se convirtió en poesía. Su labor poética se basa en los intereses que rodean su vida. Y al escribir, su más reciente obra, Amor sobre ruedas, poemas de erotismo y discapacidad, se dio cuenta que “seguía escribiendo sobre flores, pajaritos y montañas, pero detrás de eso estaba guardando mucho miedo, mucha inseguridad de mi propia sexualidad, y lo que empecé a hacer es abrir esos miedos a partir de la poesía, como un medio para alcanzar una autonomía mayor en mi vida personal, mayor confianza, pero siempre cuidando de la estética del poema, para que no nada más fuera una sesión de terapia en la hoja”.
A la vida de Ekiwah llegó el amor. Hoy, el joven poeta es padre de Lucio Valentín, de apenas 2 años de edad. Del amor, del erotismo, de la sexualidad en personas con discapacidad habla su Amor sobre ruedas.
“Muchas personas no creen que una persona con discapacidad motriz, estoy hablando de mi caso, no sé cómo sería con otros tipos de discapacidad, puedes tener sexo, no puedes tener hijos. Los factores que contribuyen a este prejuicio son muchos, pero si es importante trasmitir que una persona con discapacidad puede hacer el amor, expresar su erotismo de alguna manera y llegar a tener una familia”.
La clausura del festival será el 3 de diciembre, a las 19:30 horas, en el Teatro de la Ciudad con Amor sobre ruedas.