Las empresas farmacéutica Saba y Danone sacaron sus capitales de Michoacán debido a la inseguridad que vive el estado, declaró este viernes el secretario de Desarrollo Económico, Ricardo Martínez Suárez.
El funcionario precisó que hace dos años Danone decidió emigrar a la ciudad de Querétaro y trasladar sus oficinas de Morelia, y Grupo Saba se trasladó a Guadalajara, donde tiene su matriz hace menos de una ños.
Otras empresas precisó, han emigrado ante la creciente ola de violencia e inseguridad que vive la entidad, ya que han visto afectadas sus inversiones y patrimonio, además de la propia inseguridad que enfrentan sus empleados.
El año pasado camiones e instalaciones de la empresa Sabritas, radicadas en el municipio de Uruapan, fueron incendiados por grupos del crimen organizado.
A principios del mes de abril fue asesinado a tiros un alto funcionario de la industria Arcelor Mittal, asentada en el puerto de Lázaro Cárdenas.
Por este hecho trascendió que hubo amenazas del crimen organizado en la región para tratar de extorsionarlo.
El mes pasado también fueron incendiadas en el municipio de Tancítaro dos empacadoras de citrícos que ya habían sido amenazadas y extorsionadas.
Los estudiantes normalistas y universitarios agrupados en asociaciones de casas del estudiante y federación de normalistas han hecho también blanco de sus conflictos a empresas y camiones repartidores de industrias como Lala, Bimbo, Gamesa, Coca-Cola, Pepsi, y otras.
La semana pasada un grupo de estudiantes normalistas secuestró unidades repartidoras, las llevó al centro de la ciudad y ahí vació el contenido de las mismas y regaló el producto a transeúntes.
Piden acción del gobierno
La Cámara Nacional del Autotransporte y Turismo (Canapat), que representa a industrias de autotransporte de pasajeros, ha hecho varios llamados al gobierno estatal “para no tolerar los abusos de los estudiantes” que frecuentemente detienen unidades.
Aún se desconoce cuántas empresas han abandonado el estado ante la inseguridad que se vive y cuánto ha representado en pérdidas en inversión para el estado, con el consecuente desempleo.