Cuando era niña, a Daniela González su mamá le advirtió que se convertiría en cochinilla, porque siempre estaba en la tierra. Eso y algunas otras cosas la llevan a concluir que su gusto por las plantas es algo que trae de nacimiento y que va a perdurar durante toda su vida.
En su domicilio particular, cuya dirección coincide con su lugar de trabajo, Daniela se toma un breve descanso, luego de concluir con dos entregas a quienes pasarán a la historia como los primeros clientes de su negocio, EDN.
Son cerca de las 6 de la tarde. Daniela ingresó a su recién inaugurado local a primera hora de la mañana. Hace algunos meses el establecimiento formaba parte del jardín familiar, que luego de diversas dificultades fue adaptado para poner en marcha su florería.
Sentada en un banco de madera, en vísperas de concluir una larga jornada laboral, recuerda que su mamá se empeñaba en arreglarla con vestidos, huaraches y moños, y al cabo de un rato la encontraba jugando en la tierra.
“Tengo sueños de vida y uno era tener una florería. Siempre dije que algún día iba a tener una florería, y que iba a trabajar y a vivir entre flores. Mi mamá me cuenta que hasta me comía la tierra”, comenta.
El espacio que alberga la florería de Daniela aún huele a nuevo. Hace apenas una semana la ingeniero arquitecta abrió en la colonia Villas del Sol, tras dejar de emplearse en la administración pública para finalmente convertirse en florista.
Durante seis años trabajó en el área de obras públicas decorando jardines, primero para el gobierno del estado y luego para el municipio de Querétaro, pero tras el cambio de administración se quedó sin trabajo.
Perder su empleo la impulsó a poner en marcha uno de sus sueños de vida. “Te acostumbras tanto a un sueldo y a un horario que luego no sabes qué hacer. Afortunadamente la vida te pone gente en el camino que te ayuda y, en mi caso, son mi novio y mis papás”, refiere.
Su novio se convirtió en capitalista cuando Daniela se atoró económicamente. La idea inicial era rentar un local, pero tras cotizar algunos espacios y evaluar la renta mensual fue que se consideró adecuar un espacio propio.
“Te rentan espacios de este mismo tamaño o incluso más chicos en seis mil o siete mil pesos. Lo pensé y mejor le robé a mi mamá parte de su jardín para hacer un local. Te llena todavía más porque lo ves desde que era pasto. Lo transformé a mi gusto. Yo pinté, yo escogí el piso como quise. Me veías a mi trabajando aquí”, menciona la mujer.
A una semana de abierto el negocio, se siente bendecida. Los clientes han regresado y con el trascurrir de los días han llegado nuevos. Poco antes de atender a este medio afinaba detalles con una clienta que en plena organización de un evento buscaba opciones para decorar las mesas de los invitados, con motivo de los 60 años de matrimonio de sus papás.
“Me veo aquí toda mi vida”, se oye decir a Daniela, quien no pierde oportunidad para agradecer el apoyo que tanto sus amigos como familiares le han dado. Comparte que a sus papás los trae hasta de repartidores; mientras su mamá riega los arreglos, su papá los entrega.
De la arquitectura
Daniela decidió estudiar arquitectura porque en algún momento se veía haciendo paisajismo, muros verdes y participando en la decoración de espacios abiertos.
Decidió entrar a la carrera, pero por un problema de salud de su papá la dejó un rato, retomando su preparación tiempo después. Volvió para concluirla y, entonces, decidió meterse de lleno al paisajismo.
Empezó con una amiga a la que le entregaron su casa. “Le dije que yo le hacía su jardín. Es un fraccionamiento nuevo que se llama Las Gemas y entregaron toda la privada. Le hice su jardín a mi amiga y la vecina me pidió que también le hiciera el suyo. Así me fui y resulta que al final arreglé seis casas.”
Luego, cuando salió de trabajar, aprovechó el tiempo que tenía libre para estudiar temas relacionados con huertos urbanos y de traspatio; se involucró en la cuestión de muros verdes y lo complementó con técnica floral, para lo cual se apoyó en una amiga dueña de una florería.
Participando con su amiga, algunas de las personas para las cuales ésta trabajaba la consideraron como segunda proveedora y de ahí surgieron algunos clientes. “Cuando empecé a tener clientes por lo de los muros verdes me citaba con ellos en cafés o en alguna plaza. Inicialmente la idea era hacer un despacho para recibirlos, porque me gastaba más en invitarles cafés a cada rato. Luego metí la flor.”
Es así que el concepto de EDN se fortaleció; actualmente, se ofrecen servicios de muros verdes, huertos urbanos, mantenimiento de pastos, venta de plantas y servicio de florería.
“Mucha gente dice: Oye, pero por qué flores. Eres arquitecta. Piensan que los arquitectos tenemos que estar todos en obra o haciendo casas o edificios, pero para mí lo verde también es importante”, señala Daniela.
A futuro
El siguiente paso en el trayecto de EDN es contar con un invernadero: “Sigue mi vivero. Eso es lo siguiente a corto plazo si funciona todo y seguimos como vamos. Quiero yo misma empezar a producir un poco de plantas. Me veo toda mi vida aquí. Siempre he dicho que quiero morir con flores y plantas”, sostiene.
Abordada sobre las dificultades a que se ha enfrentado, menciona los permisos municipales para poder operar, los cuales se han convertido en una traba por la cantidad de requisitos solicitados y los costos de los mismos.
“En temas de permisos te revisan todo. Muchas veces uno tiene la intención de hacer todo bien y cumplir con todo, pero te piden y te cobran tantas cosas que dices: Dame chance; déjame empezar”, refiere.
Por otra parte, mucha gente duda: “Dudan de ti y en mi caso de si vas a vivir de las flores.”
Concluye: “Yo lo que le puedo decir a alguien que va a empezar un negocio es que aguanten; que no tengan miedo y que no acepten los comentarios negativos de nadie. Esto yo lo hago con un chorro de amor y ahí la llevamos.”
El local de EDN se ubica en el número 133 de la calle Sierra de Adjuntas, en la colonia Villas del Sol. El teléfono de contacto es el (442) 16 48 53, o al correo electrónico edn.flora@outlook.com. En Facebook el negocio se encuentra como “EDN flora”.