En Querétaro, 92% de los centros de rehabilitación contra las adicciones no cuentan con una certificación oficial por parte de la Secretaría de Salud para operar, reconoció la coordinadora del Centro Estatal Contra las Adicciones (CECA), Rebeca Mendoza Hassey.
La funcionaria resaltó que en la entidad se tiene el registro de 65 centros de rehabilitación que concentran a mil 513 pacientes.
“De estos 65 centros, sólo cinco cuentan con lo que establece la norma 028 en materia de salud, es decir, cuentan con el reconocimiento a nivel federal”, afirmó Rebeca Mendoza.
De los 60 restantes, la titular del CECA afirmó que “20 están haciendo un muy buen trabajo; a la mayoría los podemos recomendar”.
La norma 028 establece que cada centro debe contar con un acta constitutiva y objeto social, en el que deben explicar si son organismos con fines lucrativos: “esto constituye la primer traba hacia su regularización, ya que algunos de los centros que operan sin fines lucrativos cuentan con pocos recursos, y prefieren destinar el costo del acta constitutiva al pago de servicios”, explicó la coordinadora.
Detalló que uno de los motivos que influyen para que los centros no tengan la certificación es que la federación les solicita un acta constitutiva avalada por un notario público, que cuesta de 6 mil a 10 mil pesos. Pero los centros, al ser de particulares, prefieren invertir estos recursos en alimentos o asesorías para los enfermos que atienden.
En los lineamientos generales, la NOM 028 establece que cada centro debe tener el lugar suficiente para dormir, asearse, tomar los alimentos y sesionar. “Lamentablemente la falta de espacio es uno de los principales problemas que enfrentan también”.
Uno de los objetivos de la NOM 028, vigente desde 1999, es combatir el abuso y maltrato verbal, además de establecer que se otorgue al paciente un buen tratamiento, no sólo terapéutico sino también físico y sicológico. “En ese tema, hemos recibido, si no pocas o nulas quejas por maltrato verbal en la Comisión”, recalcó Mendoza Hassey.
Trabajo con recursos propios
Uno de los centros que se encargan del cuidado de personas alcohólicas o drogadictas es la Casa San Francisco, ubicada en la colonia La Loma.
Este centro funciona con base en donaciones y el cobro de los tratamientos a algunos de sus pacientes. Las tarifas van desde los mil 600 a los 5 mil pesos por 2 meses de estadía, dependiendo del tratamiento.
Cuenta con certificación de la Secretaría de Salud del estado y cada dos meses recibe a un grupo de 35 personas que sólo pueden ingresar cuando están convencidos de querer cambiar su modo de vivir y aceptan que necesitan una intervención.
Uno de los asesores de este centro, Saúl Ayala, explicó se inicia con un periodo de desintoxicación muy fuerte durante tres días.
Son ya 62 generaciones que se han graduado de esta casa de rehabilitación. Los responsables calculan que 95% de los enfermos que acuden se mantienen sobrios y libres de estos problemas, el 5% restante recae en su enfermedad por falta de apoyo.