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Basadas en una visión ecológica tres queretanas se asociaron para la apertura de una tienda de ropa vintage o antigua, en un segundo piso de una casa ubicada en la calle 5 de mayo del Centro Histórico de la ciudad. El proyecto se llama Threesom Vintage Collective y abrió sus puertas el pasado tres de mayo, pero la idea y planeación la iniciaron desde octubre del año pasado.
Azucena, una de las fundadoras, cuenta que antes de conformar este colectivo de ropa, ella y las otras dos chicas —Victorial y Mariela— se dedicaban a lo mismo, sólo que por separado y solicitaron un espacio para vender sus productos en otras boutiques. Los proyectos individuales se llaman: Casablanca, Vinyl Bones y Elefante Efervescente.
Son alrededor de 10 años los que Azucena lleva trabajando en esta rama de la industria de la moda, cuenta que inicio buscando prendas además de lentes y accesorios.
“Somos tres proyectos que desde hace tiempo los hacemos cada una por nuestro lado, las tres hacíamos recuperación de prendas, pero curadas, vintage o de segunda mano, pero compuestas (…) Hacemos una mezcla, nos dimos cuenta que vendíamos a través de tiendas que ya existían y dijimos: ¿Por qué no unirnos y lanzar esta marca”, expresó mientras terminaba de colgar algunas blusas de mujer.
Ropa vintage
Azucena explicó a EL UNIVERSAL Querétaro que las prendas vintage tienen un valor simbólico e histórico, porque para entrar en este catálogo deben tener de 20 a 100 años, por ejemplo, aquellas de los años 60 y 70, como las que se pueden encontrar en Threesom.
Mariela y Victoria hacen la búsqueda de ropa en Querétaro, Ciudad de México o cualquier otra ciudad y estado cercano; mientras que Azucena, quien radica la mayor parte del tiempo en Francia, trae artículos de aquel país.
“Buscamos prendas en todos lados, en México, en Querétaro; yo vivo en París y traigo mucho de allá, es nutrirlo de muchas visiones (…) Es verdad que en Francia, en Europa en general, el concepto está más aceptado; en la Ciudad de México en colonias como la Condesa con estilo hípster se puede encontrar más, pero Querétaro es una ciudad muy virgen en eso y la gente lo sigue viendo a veces como usado”, explicó al mismo tiempo que checaba los últimos detalles antes de que la gente comenzara a llegar.
Innovación
De acuerdo con Azu, como le dicen sus amigos, un espacio dedicado 100% a la venta de ropa vintage sería el primero en su tipo en Querétaro, lo cual no significa que sean las primeras en el estado en dedicarse a esto.
“Hay más chicos que se dedican a esto, les propusimos que metan su ropa a consigna y la tienen a la venta, porque no estamos reclamando ningún tipo de derecho ni autoría, porque es algo que se hace en todo el mundo (…) Pero propones el espacio y la gente sabe que puede acudir para encontrar este tipo de prendas”, aclaró mientras checaba el orden de los colores de cada uno de los artículos que son colgados en roperos hechos de tubo de cobre.
Los precios, aseguró, son bastante accesibles porque no quieren elevar los costos como en las tiendas que encuentras en la Ciudad de México, donde ofertan prendas caras.
“Es algo que nos molesta porque aprovechan que está en tendencia y moda, tenemos que pagar un lugar y cubrir un gasto, pero siempre guardando una gama de precios accesibles”, aseveró.
Filosofía
Como se menciona al inicio del artículo, la visión de estas tres mujeres emprendedoras es ayudar al medio ambiente, ya que se fomenta la reutilización de ropa que, con ligeros detalles o adecuaciones, vuelve a cobrar vida.
Otro punto, explica Azu, es evitar comprar productos que son creados de forma masiva y en serie, “a costa de la explotación y la corrupción que envuelven a la industria textil e indumentaria”.
“Cuando vamos a H&M tenemos prendas en serie, vamos a una boda y tenemos otra chica con el mismo vestido que nosotros (…) Nosotros proponemos una selección de prendas, de acuerdo a lo que en nuestra experiencia hemos aprendido, y la idea es proponer esas prendas, como decir vamos a parar de consumir en serie, pero vas a tener una prenda que es única y que nadie más va a tener”, destacó.
Por el momento, sólo cuentan con algunas piezas para hombre y una mayor variedad para mujer, pero lo que falta es integrar tallas más grandes. “Ahí vamos poco a poco, vamos a ir haciéndolo”, expresó Azu con emoción en la voz.
Otro de los servicios que ofrecen es asesoría de styling para que así los clientes puedan conocer qué ropa usar para cada tipo de evento o qué modelos pueden usar acorde a su figura.
Siguiente paso
En el colectivo acondicionado en el segundo piso, con tres cuartos y tres balcones, el siguiente paso es ofrecer al cliente, en un taller de costura, el ajuste de la prenda a las medidas del comprador.
“Al cliente le diremos: ‘Compras tu prenda y por un costo extra, que será accesible, vienes aquí y tienes a la costurera que te hará todo y en unas semanas vienes por tu prenda que te quedará ajustada a tu cuerpo'" refirió la emprendedora.