Después de la visita del presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Miguel Nava Alvarado, al penal femenil de San José el Alto, los familiares aseguraron que al interior hay muchas carencias que las autoridades no ven.
Al visitar el centro penitenciario, Nava Alvarado recorrió los talleres y las áreas comunes donde se encuentran las internas, y se comprobó el trabajo que realizan, además de escuchar denuncias de parte de familiares de las reclusas.
Una de las quejas fue la injusticia que representa que los hijos de estas mujeres estén encerrados con ellas. “Pero por más que vengan a visitar las autoridades, no ven lo que en realidad pasa adentro; las guardias las molestan, no las dejan ver a sus hijos y en ocasiones no son escuchadas cuando alguien las lastima, por eso como familia hablamos por ellas al exterior para dar a conocer las condiciones infrahumanas en las que están las presas”, dijo una de ellas.
De acuerdo con familiares de las internas, éstas son privadas de algunos implementos de higiene básicos. Con base en sus declaraciones, algunas de las celadoras en ocasiones no permiten que las internas tengan acceso a toallas sanitarias cuando las mujeres cometen alguna falta, por seguridad para las internas.
“Mi hermana es la que está encerrada, hay que admitirlo, fue por un robo con arma blanca, pero no es para que las demás mujeres las golpeen por las cosas que les llevamos a ellas, hoy que es día de visita les hacemos llegar pasta de dientes, toallas sanitarias y otras cosas, pero mi hermana tiene que pelear con otras para proteger sus cosas”, explicó Isabel Araiza.
“Las castigan muy feo, en algunas ocasiones les gritan y pues eso las hace sentir mal, (…) las condiciones en las que están encerradas no son las que merecen porque las mantienen sufriendo”.
Al interior de este centro penitenciario hay 133 internas, 84 de ellas, en proceso; las demás ya recibieron sentencia, pero las condiciones que reportan las autoridades, según los familiares, no son las que deberían de tener las reclusas.
