Angélica Rodríguez, de 42 años, es taxista desde hace año y medio. Explicó que aunque no es un trabajo usual para una mujer, desempeñarlo le causa satisfacción, y que es uno de sus pasatiempos es conducir por la zona metropolitana, además de esforzarse por conformar el patrimonio de sus hijos.
La taxista dijo que su trabajo no es complicado, a pesar del tráfico que en los últimos tres años ha incrementado en las principales avenidas de Querétaro. El único defecto que le encuentra a su oficio —señaló— son los intensos rayos de sol que le queman la piel de manos, brazos y rostro.
Angélica no cuenta con un taxi propio, ya que no ha salido sorteada con placas para poder acondicionar un carro que opere como taxi; no obstante, la conductora mantiene la esperanza y espera que para el sorteo de placas para mujeres taxistas que ofrecerá el gobierno del estado se vuelva acreedora a una concesión.
“A mí me ayudaría mucho tener una unidad propia; tengo cuatro hijos y trabajar el taxi de otra persona no ayuda mucho en mi economía familiar, porque hay que pagar escuela, alimentación, y necesidades básicas. Tener un taxi propio me ayudaría muchísimo”, reiteró Angélica.
Ante la situación, la conductora hizo un llamado a las autoridades de gobierno estatal a que vigilen atenta y honestamente el sorteo de las concesiones para taxi que conducirán mujeres, ya que existen personas, que con el afán de conseguir las placas, incurren en la falsificación de documentos.
“Nosotros tenemos conocimiento de que se están falsificando las licencias de conducir. Yo no sé cómo es que van a sortear 100 placas para mujeres, si sólo hay —por mucho— 20 taxistas mujeres en la zona metropolitana. Yo sólo quiero que se haga el proceso de forma transparente”, aseveró la trabajadora del volante.
Al día, Angélica entrega 400 pesos de cuenta al propietario del taxi que conduce por la ciudad, por lo que al final de la jornada obtiene 800 pesos.
Hace 18 meses, cuando Angélica Rodríguez inició como taxista, uno de sus temores era sufrir discriminación por ser mujer, ya fuera por parte de la ciudadanía o el acoso de los hombres al momento de abordar el vehículo.
Sin embargo, la taxista aclaró y dijo que hasta el momento han sido pocas las ocasiones en que ha sufrido discriminación por manejar un taxi; y en cuanto al acoso sexual, Angélica, celebró que a la fecha no ha tenido incidentes con hombres o mujeres que busquen hostigarla.
Para finalizar, la conductora reconoció que para salvaguardar su integridad física ha evitado algunas colonias que los taxistas tienen detectadas como focos rojos, entre las que destacan Lomas de Casa Blanca, Menchaca, San Pablo o Patria Nueva.
“Pues a estas colonias sí llevo pasaje, pero no subo personas que quieran ir a esas partes de la ciudad, lo hago por seguridad. Nunca me han asaltado, pero no pienso arriesgarme. Por ser mujer, los mismos taxistas nos cuidan”, aseguró Angélica.