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La gran bomba del mercado de piernas en el futbol mexicano tardó en caer. Y al detonarse, el nombre de un astro brasileño de renombre mundial apareció: Ronaldinho Gaúcho.
El ex futbolista del Barcelona jugará en los Gallos Blancos del Querétaro por los próximos dos años y un sueldo anual de dos millones de dólares.
“La verdad es que estamos muy contentos por esta situación. Es un compromiso que nosotros estábamos trabajando. Una contratación así, para un equipo como los Gallos es algo que no se da todos los días”, explicó Adolfo Ríos, presidente deportivo del conjunto queretano.
Dinho llega al balompié nacional como agente libre, luego de rescindir su contrato con el Atlético Mineiro de su país.
Tiene 34 años y posee un palmarés que incluye la conquista de un Mundial [Corea-Japón 2002], una Champions League con el Barcelona [2006], una Copa Libertadores conseguida con su último club [2013] y, a nivel individual, fue distinguido con el premio al mejor jugador de la FIFA en 2004 y 2005.
Las negociaciones de la directiva del conjunto queretano con Ronaldinho se llevaron a cabo en la ciudad de México en un hotel de Polanco desde el jueves.
El “cerebro” de las charlas fue Alberto Villanueva, director operativo de los Gallos Blancos, quien convenció al brasileño para que desechara las ofertas de otras ligas, como la MLS.
Además se “sacrificó” al uruguayo Diego Guastavino para dejar la plaza vacante de extranjero que ahora ocupará el sonriente futbolista.
Ronaldinho jugó por última vez en México con el Mineiro ante Tijuana, por la Copa Libertadores.
Cuando comenzaba su carrera jugó con la selección de Brasil ante México en el Estadio Azteca en la final de la Copa Confederaciones 1999.
Ahora, su fichaje por los Gallos retumba como la gran bomba del verano en el futbol nacional.