El Museo Regional de Querétaro (MRQ) es el abuelo de todos los museos de la ciudad, hoy, 6 de noviembre, cumple 80 años de vida y su principal reto es mantenerse joven y dinámico.
“Lo primero que debemos de celebrar es que es un museo vivo, en donde siempre están pasando cosas, tenemos actividades durante todo el año. Este lugar siempre ha sido especial en la cultura de Querétaro, desde la parte simbólica del edificio, que es muy importante, hasta haber sido el único museo durante 50 años, ahora, como abuelo de los museos tenemos en la ciudad el reto es mantenernos jóvenes y dinámicos, esa es nuestra responsabilidad con el futuro”, platica a EL UNIVERSAL Querétaro Bernardo Sarvide Primo, director del MRQ.
Y hoy, a las 18:30 horas, en celebración al MRQ se inaugura la serie temporal Memoria Histórica. El Museo Regional, 80 años de vida cultural, una retrospectiva con documentos escritos, gráficos y fotográficos de la historia del museo.
“Esta exposición es como la parte nostálgica e interna de la vida cotidiana del Museo Regional, es ver cómo se muestra desde adentro el museo”, agregó Sarvide Primo.
Memoria Histórica presenta una selección de 100 carteles sobre las actividades celebradas en el MRQ, desde los años setentas a la actualidad, presentaciones de libros, cursos, talleres, teatro, música, ciclos de cine y exposiciones.
En la parte fotográfica se verán 700 fotos de su archivo. Las más antiguas son de 1940, registro de Germán Patiño, primer director del museo. También se incluyen fotos que envió el público a través de una convocatoria especial, fotógrafos de la ciudad y trabajadores del recinto.
80 años atrás
En 1914, Venustiano Carranza decretó la obligación de proteger los bienes artísticos e históricos. Y Germán Patiño fue nombrado encargado del resguardo de las obras de arte de Querétaro.
En 1929, el plan de adaptación y reconstrucción del ex convento de San Francisco se centraba en dedicar su espacio totalmente al arte. Se contemplaba la Escuela de Bellas Artes, Conservatorio de Música y Escuela de Artes y Oficios para hombres.
Pero los planes cambiaron, aunque el espacio mantuvo un espíritu dedicado al arte, y el 6 de noviembre de 1936 inició actividades el MRQ, presentando obra enviada de la Academia de San Carlos, donaciones particulares y piezas rescatadas de diferentes sucesos en Querétaro, hoy resguarda piezas prehispánicas, pinturas, esculturas, fotografías, libros corales, indumentaria y mobiliario.
Su labor también fue la de rescatar todos los espacios del ex convento franciscano, por varios años, también se vieron ocupados por tiendas, mercerías, farmacias, billares, fondas y hasta vecindades. En 1939, el MRQ labora bajo la administración del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
El futuro del MRQ
Bernardo Sarvide Primo, luego de ser director de la Galería Libertad y y director de Difusión y Patrimonio Cultural del Instituto Queretano de la Cultura y las Artes, fue asignado en 2014 director del Museo Regional.
¿Cuál es el compromiso del Museo Regional con el futuro?
—Una parte primordial es la conservación, tenemos el deber y la obligación de que todo el acervo que se resguarde en este museo se conserve y permanezca para generaciones futuras, con el acervo tenemos que seguir procesos dinámicos de investigación y de interpretación y nuevas lecturas, tenemos que hacer de esto un espacio muy público y muy accesible, dinámico, para que todos puedan venir y disfrutar la experiencia de estar aquí.
¿De trabajos de accesibilidad qué viene para el museo?
—Tenemos un reto muy grande a mediano plazo que es ser accesibles físicamente y ser accesibles en cuestiones de contenidos, hay que tener diferentes tipos de cedularios, hay que tener recorridos guiados en audio, hay que tener talleres y actividades específicas para públicos específicos, es un camino largo por recorrer y estamos en los inicios.
¿En cuando a los trabajos físicos de accesibilidad hay un proyecto?
—Sí, tenemos una primera propuesta de nivelar algunos pisos, hacer rampas, tenemos un proyecto desde hace varios años de un elevador, llevamos un proceso de gestión complicado pero que sí va a suceder.
Llegas a los 80 años del Museo Regional como director, ya eres parte de su historia, ¿cómo te gustaría que te recuerden?
—Es una gran responsabilidad, necesito que pase el tiempo para consolidar un proyecto, para dejar una huella que valga la pena en este lugar.
