Integrantes de diferentes organizaciones civiles en el estado de Querétaro, conmemoraron el Día Internacional de la Mujer, por lo que realizaron diversas acciones de reconocimiento del trabajo femenino en el estado.
Cerca de las cuatro de la tarde, el jardín de la Corregidora ubicado en la calle del mismo nombre en el Centro Histórico, comenzó a albergar a hombres, niños y niñas, pero principalmente a mujeres que comenzaron a mostrar pancartas y mantas con leyendas alusivas al día.
Como parte de las actividades, las asistentes colocaron mesas informativas y ofrecieron asesorías. Cerca de las 6 de la tarde dar inicio a la denominada “Marcha de las Putas”, la cual se realizó sin mayores complicaciones.
De acuerdo con María Antonia Pérez Sosa, integrante del Movimiento de Unidad Popular y de Mujeres Revolucionarias de México, esta marcha tiene como finalidad el recordar el origen del Día Internacional de la Mujer, y el cual va encaminado a los hechos ocurridos en la ciudad de Nueva York en el año de 1857, cuando 146 mujeres trabajadoras de una empresa textilera, murieron en un incendio, provocado aparentemente por los dueños de la fábrica, subrayando que son las trabajadoras las más vulnerables a sufrir condiciones deplorables y de violencia.
Pérez Sosa afirmó que la Marcha pretende que la palabra puta no ofenda a las mujeres, pues que históricamente es una palabra que se ha destinado a quienes toman las riendas de su vida en sentido, sexual, social y profesional.
En la marcha, participaron cerca de 200 integrantes de al menos 20 organizaciones queretanas, las cuales coincidieron en que en México se debe lograr un esfuerzo conjunto entre sociedad y gobierno para defender los derechos femeninos.
Asimismo, aseguraron que sólo en México las amas de casa destinan más tiempo a un trabajo no remunerado, en comparación con los 34 países que pertenecen a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE).
En este sentido aseguraron que una mujer mexicana destina en promedio cerca de siete horas a las labores en la casa, en comparación con su pareja, quien apenas dedica una hora a las mimas labores.
Ante esta situación reconocieron que la necesidad de que hombre y mujeres de la clase trabajadora luchen juntos en contra de la política económica neoliberal es impostergable, además de que los trabajadores hagan suyas las demandas de las trabajadoras por la igualdad y en contra de la discriminación de género.