Las pilas oxidadas provocan afectaciones a la salud como cáncer, daño cerebral, daño a los riñones, fallas respiratorias y diarrea, de acuerdo con información recabada por la sociedad de colonos de Jurica, quienes por ello emprendieron un proyecto de recolección de baterías.
Gracias a proyectos como este se generan las condiciones ambientales propicias para que 43 familias lleguen diariamente a asentarse en la capital, aseguró el alcalde Roberto Loyola Vera.
En Jurica se instalarán ocho puntos de recaudación con 19 depósitos de pilas que se sumarán al proyecto de Mupis (contenedores) del municipio capitalino, que considera 100 recolectores de baterías en las paradas de camión, esto dentro de la agenda Eqrológica, refirió el alcalde.
“Son acciones para hacer de Querétaro un mejor lugar para vivir. Estamos conscientes que ante la falta de información o la falta de contenedores accesibles, el ciudadano avienta la pila al bote de la basura y se contamina”, aseguró.
Dijo que los ciudadanos son quienes logran las transformaciones de la ciudad por medio de pequeñas acciones que a la larga se convierten en grandes logros que mejoran la calidad de vida de los habitantes, al formar un mundo sustentable.
“Lo verdaderamente relevante es que en Jurica hay comunidad. Yo he sostenido que los políticos hacemos muy poco pero alcanzar los objetivos, es gracias al proyecto ciudadano”, expresó. El alcalde mencionó que también se han establecido rutas verdes para poder recolectar residuos valorizables.
Por el momento, informó, estas rutas ya operan los viernes en la zona de Juriquilla, Rancho Nuevo, Nuevo Juriquilla, Rancho Largo, Acequia Blanca y El Nabo.
El presidente de la Asociación de Colonos de Jurica Campestre A. C., Javier Guerrero Sánchez y la jefa del Departamento de Ecología de la Escuela John F. Kennedy, Luz Angélica Arredondo, coincidieron en la necesidad de fomentar una cultura ambiental y reflexionar qué es lo que pasa al tirar una pila de forma incorrecta, pues entre las consecuencias se encuentran los daños al riñón.
Y sobre esto, la presidenta de Raíces y Semillas A. C., María Fernández de la Vega, destacó que, de acuerdo a datos de la Clínica del Riñón, se conoce que los materiales tóxicos de las pilas contaminan el agua potable que es tomada no sólo por adultos sino por jóvenes. Con ello, aseguró, se han incrementado los casos de esta tipo de afectaciones en personas de 14 y 15 años en el país.
Explicaron que las consecuencias de las pilas usadas es que se convierten en residuos compuestos de ácidos, cadmio, plomo, zinc, mercurio y litio. Después de tirarlas a la basura los materiales llegan a los vertederos de agua y se comienzan a oxidar.
“Todos estos residuos llegan a los suelos y a nuestras aguas y se acumulan en las plantas y en el organismo humano. Además de que una sola pila contamina 175 mil litros de agua”, refirió Luz Angélica Redondo.