La industria mexicana no genera su propia tecnología y esto limita el desarrollo económico, aseguró Marcos Sepúlveda, presidente de la Asociación para la Tecnología, Manufactura y Soluciones (ATMS) con sede en Querétaro.
De las 72 empresas pertenecientes a su organización, estimó que 80% son extranjeras con tecnología extranjera.
“Efectivamente México hoy no genera tecnología, alguien más está pensando por nosotros”, dijo.
Desarrollar tecnología propia significa generar empleos de investigación, desarrollo y diseño, los cuales son los mejor remunerados, además de no pagar regalías a empresas extranjeras por el uso de su tecnología. Por lo tanto, es necesario que México desarrolle tecnología propia para incentivar su mercado interno, afirmó.
“Hay muchos productos que se fabrican fuera de México, el país no produce prácticamente nada de esta tecnología”, indicó.
Aseguró que las empresas mexicanas dentro de su organización tienen la capacidad de competir con las extranjeras, pero son pocas.
Si 80% de las empresas dentro de ATMS son extranjeras, 20% de las mexicanas pueden competir sin problemas con el exterior, dijo.
Debido a la posición geográfica de México junto a Estados Unidos, el país ha recibido históricamente inversión extranjera para producir de forma barata y exportar hacia el mercado del norte.
“Creo que México está ubicado en una posición geográfica muy especial que nos ha dado tantas ventajas para sentarnos en los laureles y dormir”, aseguró.
Educación. Marcos Sepúlveda afirmó que el primer paso para cambiar la situación del país es invertir en educación para aumentar las capacidades creativas.
Hace 60 años México y Corea del Sur tenían el mismo nivel educativo, Corea del Sur hoy crea tecnología y automóviles y México no, aseveró. Así como lo hizo Corea del Sur, es necesario tener un proyecto de desarrollo que permita al país producir los bienes de mayor valor a nivel internacional que derramen más riqueza a toda la sociedad, dijo.
“México es uno de los cuatro países con mayor potencial en el sector de corte de tarjetas electrónicas para la industria automotriz, así como en este sector, hay muchos otros con grandes oportunidades, afirmó Sepúlveda.