Cristian Javier López Villanueva, bombero queretano de apenas 20 años y perteneciente a la Estación Central de Bomberos de la capital queretana, comparte con EL UNIVERSAL Querétaro, el por qué decidió ser bombero, qué es lo que más le gusta de su trabajo, sus necesidades y aspiraciones.
Con emoción evidente, asegura que gracias a la influencia de varios familiares, que también han sido bomberos, quiso dedicarse a esta actividad. Pero no fue hasta los 15 años de edad, cuando se atrevió, con el apoyo de su familia, a dar el paso de convertirse en bombero voluntario, no sin antes pasar por un proceso de selección.
“Me nació la inquietud de ser bombero porque me gusta ayudar a las personas, me gusta la adrenalina, me gusta el riesgo, con la finalidad de ayudar a la gente. Varios familiares míos han pertenecido a la corporación, de hecho, de mi familia somos ocho las personas que nos dedicamos a esto”.
Cristian platica que su jornada comienza todos los días a partir de las 6 de mañana, momento en el que se despierta y se prepara para estar puntual a las 7 de la mañana en las instalaciones de la Estación Central, ubicada en la avenida Zaragoza, esquina con la calle Ocampo del municipio de Querétaro.
Menciona que lo primero que hace es alistar su uniforme, ordenar las herramientas, limpiar las unidades, revisando minuciosamente cada detalle, para estar listo en el momento que se requiera de su participación en alguna emergencia. “Después de darle mantenimiento a las unidades, viene el trabajo extra, atender algún servicio especial o emergencia, como fugas de gas u otras cosas. Algunas veces sí está muy movido el día, otras pues no tanto, pero nosotros tenemos que estar siempre listos”, comenta.
Dice que su labor la realiza todos los días con “mucha pasión” sin embargo, admite que hacen falta muchas cosas para que el trabajo de los bomberos sea más eficiente, como es la dotación de más y mejores herramientas, ya que muchas están a punto de ser inservibles, por el mismo uso que se les da.
“Nos hacen faltan herramientas especiales, porque hemos ido a accidentes o hemos atendido a personas atrapadas en sus casas o en algún elevador y no tenemos el equipo suficiente para cubrir el servicio. Nos hacen falta también, equipos de extracción vehicular, ya que los que tenemos ahorita ya son un poco austeros”.
Confiesa que después de dos años de ser bombero voluntario, le otorgaron una plaza, lo que significa que ya percibe un sueldo, que oscila entre seis mil y siete mil pesos al mes, algo que afirma, no es suficiente y asegura que lo ideal es que se homologaran el sueldo de los bomberos con el de otras corporaciones de seguridad, como la policía.
“Creo que sería justo ganar como los cuerpos de seguridad del municipio ya que ellos, por ejemplo, los policías, ganan el doble. Ojalá ganáramos todos igual y que no existiera un desinterés por los bomberos”.
Expone que a pesar del salario, seguirá dando su mejor esfuerzo para ayudar a la ciudadanía.