El territorio del estado de Querétaro es uno de los más pequeños del país. Sin embargo, cuenta con una riqueza extraordinaria en vestigios arqueológicos. Son más de un millar de lugares en donde se encuentran diversidad de piezas y construcciones con valor histórico.
La totalidad de estos lugares no han sido rescatados y estudiados debido a la falta de personal y de recursos económicos para hacerlo.
Por esa razón, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha decidido dejar protegidos la mayoría de estos sitios para evitar su saqueo.
En contraparte, ha desarrollado amplias investigaciones en otros lugares como es el caso de las zonas arqueológicas de Ranas, Toluquilla, El Cerrito, Tancama y la Gruta de los Herrera.
Una de estas zonas, denominada Ranas, se encuentra a tres kilómetros de San Joaquín, en la Sierra Gorda queretana.
Los vestigios encontrados muestran que hace más de mil años ahí se localizó una ciudad de amplias dimensiones.
Los investigadores del INAH han comprobado que tenían una estrecha relación con Toluquilla, sitio que fue ocupado por los chichimecas, hasta la conquista de los españoles.
Ahí mismo, en San Joaquín, se abrió el Museo Municipal de Minería, debido a la gran cantidad de vestigios que se han logrado encontrar en la región norteña de la entidad.
En octubre de 2011 fue abierta al público la zona de Tancama que, de acuerdo con el arqueólogo Jorge Quiroz, responsable del proyecto, sus construcciones se realizaron antes del año 500 d.C., en el periodo de apogeo de la ciudad durante el Clásico Medio (500 a 750 d.C.).
Es tal la cantidad de zonas arqueológicas que se encuentran en la entidad que, a inicios de 2013, el INAH reportó tres sitios de esta naturaleza ubicados en propiedades privadas, situación que influye para que se pierdan algunos de estos descubrimientos o incluso lleguen a afectar al propietario.
El delegado del INAH, Manuel Naredo Naredo, informó que esas zonas están en Ranas, en el municipio de San Joaquín; El Rosario, en San Juan del Río; y La Trinidad, en Tequisquiapan.
Además de sus calles coloniales, sus centros históricos que hay en estás y de las casonas de los siglos XVI, XVII y XVIII que aún se conservan en sus avenidas, Querétaro cuenta con una importante riqueza histórica prehispánica.
