La ciudad de Querétaro es una urbe en crecimiento, con condiciones de desarrollo urbano, competitividad e innovación, pero también con profundas desigualdades que afectan a los residentes, reconoció el alcalde Roberto Loyola.
En entrevista para EL UNIVERSAL Querétaro, posterior a su Segundo Informe de Gobierno, el presidente municipal aseguró que, durante los meses restantes de su administración, se orientará a consolidar los programas sociales y tomar medidas para proteger a los sectores más vulnerables.
“Ese es el eje fundamental del trabajo cotidiano del municipio: administrar el acelerado crecimiento. Si debiéramos identificar un eje es ese: administrar. Pero tampoco descuidar aquellos pendientes que tiene la ciudad. La ciudad está por cumplir 483 años y todavía tenemos, como lo podemos ver en algunos recorridos ciudadanos, casas sin agua, ni drenaje, no tienen un parque donde sus hijos puedan jugar”.
Loyola Vera, notario de profesión, asegura comprender la necesidad de mantener la calidad de vida de los queretanos y garantizar la seguridad y servicios. “Mi sueño es ver a Querétaro como una ciudad innovadora, con conectividad, competitiva pero también justa. A eso vamos a orientar los meses que quedan de mi administración”, apuntó.
Movilidad e infraestructura pluvial
Entre los proyectos de la administración está la ejecución de obras públicas que mejoren la movilidad de la ciudad, con la reingeniería de Avenida de la Luz y el Boulevard Bernardo Quintana, así como la cobertura total de electrificación y agua potable.
“La movilidad tiene su base fundamental en las banquetas. De verdad, parece una cosa menor. Hay quien me dice: ¿para qué arregla banquetas? Quien dice eso seguramente maneja un automóvil. Llega a su cochera y de ahí se baja, entra a su casa y no camina. No se ha dado cuenta que 60% de los viajes en el transporte público van a la Alameda. Y que las banquetas del Centro Histórico son angostas, pero las estamos dignificando. Con condiciones que por lo menos permitan el paso de una silla de ruedas”.
Dijo que el valor de las obras públicas no se mide por su inversión o costo electoral, sino por el beneficio directo para los habitantes. Por ello, agregó, la infraestructura pluvial, atención a personas con capacidades diferentes y la protección de la familia son otras de sus prioridades.
“No podemos permitirnos pensar en una ciudad vanguardista si no tenemos condiciones adecuadas para las personas con discapacidades, con parques y jardines sin obstáculos. Somos parte del estado más seguro del país. La ciudad con mayor calidad de vida. Con más metros cuadrados con Internet gratuito en América Latina. Una policía con un auditor civil, que evalúa a la propia policía”.
Mi aspiración, no como servidor público, sino personal, es que me digan que Roberto Loyola cumplió gobernando con los ciudadanos.