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Artesanías. Reflejo de flora y fauna

Benigno es artesano desde hace seis años, cuando empezó a producir objetos que reflejan la flora y fauna de la zona serrana, teniendo como material pedazos de madera que recicla

El producto estrella de don Bene es un ave verde elaborada a partir de piñas, la cual permanece sobre un columpio de madera adaptado con un mecate en la parte superior para facilitar su colgado. (CÉSAR GÓMEZ)
11/12/2016 |05:52Lourdes Durán |
Redacción Querétaro
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Benigno Ledesma Figueroa siempre sintió admiración por los artesanos, pero fue hasta hace seis años cuando se le presentó la oportunidad de crear y reproducir sus propios objetos; antes de fue comerciante, taxista y hasta migrante, teniendo que salir de su lugar de origen en busca de mejores oportunidades de vida.

Don Bene, como lo conocen todos en su natal Tilaco, municipio de Landa de Matamoros, en la Sierra Gorda de Querétaro, sacó adelante a sus seis hijos y, ya estando más tranquilo, se puso a trabajar en sus primeras piezas.

A través de sus artesanías refleja la flora y fauna de la región, teniendo como materia prima un recurso natural propio de su lugar de origen: la madera, de la cual recicla pedazos.

“Tengo seis años que inicié con este trabajo. La idea nace de que nos llega mucho turismo a la sierra, preguntando qué se puede llevar; algo que hagamos en el pueblo. Está todavía lo de la palma y lo de barro, pero se está perdiendo. A mí me nace la idea de hacer algo que les llame la atención”, refiere.

Empezó haciendo guajolotes con piñas de pino y, en los años que lleva como artesano, ha ido conformando un aviario integrado actualmente por pericos, pavorreales, pájaros carpinteros, avestruces, águilas y cardenales, entre otras.

“Inicié con los guajolotes y después me seguí haciendo pericos”, cuenta. Al hablar de los pericos, se refiere a su producto estrella: un ave verde elaborada a partir de piñas, la cual permanece sobre un columpio de madera adaptado con un mecate en la parte superior.

Don Bene asegura ser el inventor de este perico, que con el pasar de los años ha cruzado mares para llegar a distintos países, tras ser adquirido por turistas como recuerdo de su paso por la sierra o comosouvenir para algún conocido que se encuentra en el extranjero. “Este tipo de artesanías que yo estoy haciendo les llama mucho la atención porque no lo ven en otro lado, nos dicen los mismos turistas que llegan.”

Digno representante

Cada cierto tiempo, Benigno se traslada de la región serrana a distintos puntos del estado para presentar sus artesanías en ferias o exposiciones, así como en eventos de distinta índole. Este diciembre, por ejemplo, participó en la Feria Internacional de Querétaro, representando dignamente al gremio artesano de la Sierra Gorda en el denominado pabellón agroalimentario.

Pese a que se le dificulta trasladarse, pues para llegar a puntos como la ciudad de Querétaro debe recorrer largas distancias, lo hace con el gusto de dar a conocer lo que se hace en su tierra.

En los eventos, mientras espera el flujo de visitantes, don Bene aprovecha el tiempo para fabricar el mayor número posible de artículos; es así que se le observa sentado en un banco terminando de armar alguna pieza, apoyado de unas pinzas, mecate y tornillos.

Lo que más llama la atención de la gente, dice, son los pericos: “Todo, pero más los pericos; los pericos y las lámparas, que son de un material que se llama bejuco”.

El proceso detrás de cada pieza no es simple y, por el contrario, es más bien laborioso. En el caso de los pericos, don Bene debe ir al campo a recolectar las piñas y, posterior a ello, buscar la madera para hacer las cabezas de las aves.

“Es un proceso largo. No en un día voy a hacer una docena, sino que en un día tengo que ir a recolectar, otro hacer cabezas, otro día armarlos, después hacer el columpio, después pintar y después barnizar. Sí se lleva tiempo”, expone.

Tiene claro que ser artesano no es el gran negocio y que probablemente ganaría más siendo ayudante de albañil o trabajando en alguna otra cosa; afirma que lo hace más bien por gusto.

Comenta que en ocasiones elabora piezas muy laboriosas y el tiempo no le rinde: “Hay veces que no sale, pero lo hacemos porque nos gusta y porque es algo que nos identifica; esto es algo que tiene que ver con nuestras raíces y con el antepasado de nuestras comunidades, y se debe no dejarlo morir sino reactivarlo”.

Satisfacción

La mayor satisfacción del artesano es que lo feliciten porque se le ha ocurrido tal o cual idea para emplear la madera, pues algunas personas que van a la sierra de Jalisco, el Estado de México o Colima, siendo éstos lugares boscosos, le comentan que el material allá lo queman.

“Para ellos es basura, pero a mí me felicitan porque yo le estoy dando una utilidad a esto. Es lo que me anima más a seguir trabajando: que la gente me felicite por este trabajo que se me ha ocurrido a mí”, sostiene.

Don Bene no exporta sus productos, pero con la llegada de turistas extranjeros a la sierra sus piezas han sido llevadas a países como España, Argentina, Japón, China y Francia. “Sé de piezas que se han llevado a Italia”, alardea.

Ello lo ha empujado a seguir innovando para sacar nuevas cosas y, en este sentido, apunta que le falta tiempo para poder hacer muchas más, sobre todo ante la diversidad de aves y animales que hay en la región serrana.

Advierte que, al vivir en una zona que es reserva de la biosfera, particularmente en los últimos años se está cuidando mucho el medio ambiente, poniéndose especial énfasis en evitar la tala de árboles.

Adicionalmente, la presencia de plagas ha terminado con algunas variedades de pino, por lo cual las autoridades han restringido muchas actividades en esta parte del estado.

“Ahora ya no se pueden talar árboles ya no hay tanta libertad de sacar madera. Ese es un problema, porque se ha escaseado un poco esta materia, pero todavía hay algunos aserraderos a donde voy y compro desperdicio y con eso hago las cosas”, refiere.

El señor Benigno Ledesma Figueroa presume una cantina que tiene para venta, la cual fue elaborada a partir de una corteza de árbol, que en los aserraderos se desecha luego de obtener tablas o tablones.

En ocasiones sus hijos le ayudan a reproducir algunos de los artículos que elabora, aunque luego de poco se aburren porque no es algo que les llame mucho la atención.

Alguien que lo quiera contactar para conocer su trabajo, dice, “solamente llegando hasta la sierra”. En la calle principal de Tilaco tiene su taller y un stand chiquito en la calle principal, a un costado de una de las misiones franciscanas de Fray Junípero Sierra.

Además, en Jalpan se dispone de una tienda en la cual se expone el trabajo de artesanos de los cuatro municipios de la sierra.