Más que un taller de herrería, el negocio de Arturo Ismael Sánchez es una empresa proveedora de la industria automotriz y aeroespacial asentada en Querétaro. Hace trabajos de herrería para sus vecinos, pero se enfoca, junto con un amigo y socio, en la elaboración de herramientas de alta precisión para las firmas de ese sector que llegan a la entidad.
Ubicado en la colonia El Marqués, el negocio de Arturo luce por fuera como cualquier otro de los locales que hay en la zona. Incluso no ostenta ningún cartel o anuncio que lo destaque como herrería.
Técnico de maquinados y pailero, que es el oficio dedicado a la fabricación de partes estructurales para empresas, además de la herrería para el hogar.
Con apenas 25 años de edad, Arturo ya cuenta con 10 de experiencia en la pailería, oficio que aprendió poco a poco, y que con humildad indica que “no soy muy bueno, me defiendo”.
Hace una pausa en su trabajo, junto a una de las máquinas donde corta el metal, el cual debe trabajarse con precisión, pues debe cumplir con medidas muy especiales para lograr la calidad de la industria que lo pide.
En los últimos años, tanto el clúster automotriz, compuesto de 350 empresas, de las cuales 90% se dedican a la fabricación de autopartes, como el aeroespacial, que se asentó en la entidad en 2006, han crecido significativamente y son de los rubros más boyantes y con altas expectativas de crecimiento en Querétaro.
Arturo explica que entre las piezas que elabora están líneas de ensamble para faros de autos, así como sus medidores, además de herramientas para el ensamble y calibración para turbinas de avión, todo ello como proveedor de algunas industrias.
“Ya somos conocidos, entonces nos mandan correos donde nos dicen que vayamos a hacer cotizaciones y para concursar para proyectos. Muchas veces no se logran, pero en muchos otros tenemos éxito”, abunda.
Precisa que para una empresa hacen herramientas para ensamble y calibración neumática e hidráulica para las turbinas de aviones, así como herramientas para revisión e inspección de control de calidad.
Subraya que hacer este tipo de herramientas es complicado, pues al ser necesario que sean precisas y exactas el trabajo debe ser cuidado. Además, cuando se terminan se mandan calibrar a Francia, a donde se validan, y una vez cumplido este trámite se regresan al país, donde ya se usan en la industria, si no cumplen con los estándares no se pueden usar.
“La llevan a calibrar o validar, sino no pueden trabajar y me la regresan, hasta que cumpla las normas de calidad de Francia”, asevera.
Agrega que de un tiempo a la fecha, con el “boom” de la industria automotriz y aeroespacial hay cada vez más competencia y no se gana mucho, “pero mientras haya…”
Sostiene que el trabajo de herrería es más una actividad alterna, pues lo que más hacen en su local es automatización. “La pailería y la herrería llega por cosas que quieren aquí la gente de por aquí cerca, como protecciones para ventanas, cosas para el hogar y que son rápidas de hacer, no se llevan más de un día o dos”, precisa.
Mientras que para hacer las herramientas de precisión se puede tardar hasta un mes, pues son más elaboradas, además de que las empresas que les encargan este tipo de trabajo le da las especificaciones y medidas que muchas ocasiones son de milésimas.
A pesar de su juventud, cuenta ya con 10 años de experiencia en la pailería. “Estaba un taller por donde vivo, me gustó, vi las máquinas que tenían y pedí trabajo como ayudante y fui aprendiendo poco a poco, hasta que estudié para técnico y obtuve mi título en el Cecati. Luego nos mandaron a curso de programación”, añade.
Clientes.
Subraya que muchas ocasiones la gente no sabe a lo que se dedica, por lo especializado de su actividad, aunque dice que ya son muchas las personas que se dedican a la proveeduría de las industrias automotriz y aeronáutica, pues como llegan muchas empresas de ese rubro requieren de personas o empresas que les surtan herramientas e insumos, ya sea foráneos o locales.
Explica que para hacerse de clientes a cada empresa que llega al estado acuden para dejar una presentación de sus servicios, dejando datos de contacto, y en caso de mostrar interés les hablan.
Asimismo, apunta que por confidencialidad no pueden divulgar los nombres de las firmas para las cuales trabaja, pero que están asentadas en los parques Bernardo Quintana, Querétaro y uno más en San José Iturbide, en Guanajuato.
Asevera que ello les da, a él y su socio, la posibilidad de trabajar de manera más estable, sin que tengan que estar en la incertidumbre de esperar a que lleguen trabajos hasta su taller.
Los trabajos que piden las empresas, puntualiza, dependen en mucho del tiempo en el cual las empresas cambien sus ingenierías, pues pueden ser desde cuatro meses o cada año, también de acuerdo a la firma.
Acota que a pesar de la competencia les va bien en su taller, pues trabajo no falta. Arturo añade que no se visualiza en un lugar específico dentro los próximos 10 años, pues le gusta vivir el hoy, además de disfrutar su trabajo que no lo cambia por nada, pues rodeado de sus herramientas en su taller disfruta de su labor.