La comunidad de Charape de los Pelones es la última localidad del municipio de Querétaro. Se encuentra ubicada en la delegación de Santa Rosa Jáuregui, al norte de la capital, y tiene un total de 526 habitantes, mismos que no tienen la oportunidad de contar con un trabajo en su comunidad que les ayude a mejorar su calidad de vida, señaló el secretario de Desarrollo Sustentable, Ramón Abonce Meza.
Agregó que dados los niveles de marginación de las personas, se pretende fomentar algunos huertos familiares, conejeras o la entrega de gallinas ponedoras para que los habitantes tengan algún recurso para su autoconsumo o, en su caso, se dediquen a la venta del producto.
Refirió que se va a realizar un censo para conocer qué personas cuentan con agua y espacio suficiente para que les sean entregadas las herramientas necesarias para la construcción de un huerto familiar o algún otro apoyo.
“Es una comunidad que en realidad no tiene zonas en donde las personas pudieran sembrar, en donde tengan nada, entonces es la gente más desprotegida realmente de todo el municipio que vive en condiciones más difíciles”, expresó.
De acuerdo con el titular de Desarrollo Sustentable, 526 personas que viven en esa localidad tienen dificultades para poder salir adelante y por esa razón se busca que diferentes programas: municipales, estatales y federales beneficien a la población de Charape de los Pelones.
Comentó que el trasladarse desde la comunidad a cualquier lugar más grande y cercano al centro de la ciudad para poder conseguir un trabajo, representa para los pobladores diversos retos, entre ellos, tener un vehículo y posterior a ello organizarse para que entre varias personas se dividan los gastos que el viaje puede ocasionar.
“El autobús no llega hasta acá, entonces es muy difícil, son condiciones muy complicadas, es por eso que el presidente municipal tiene un especial interés de buscar alternativas para que se les apoye a estas comunidades”, refirió.
Aseguró que de manera permanente se busca poder atacar el problema del desempleo y la falta de oportunidad “de raíz”, para que las personas tengan que salir adelante sin depender únicamente de los subsidios que pudiera proveer el gobierno municipal, estatal o federal.
Abonce Meza señaló que es importante poder facilitarle a las familias diversas herramientas para que puedan realizar actividades productivas independientes que les garanticen un ingreso o la manera de contar con alimentos.
“Buscamos algunas actividades que aquí se puedan realizar y que ya los hagan independientes para que dentro de 10, 20 o 30 años y sean sustentables por sí mismos”, consideró.