El transporte de materiales peligrosos se vuelve un riesgo, no porque los conductores estén mal capacitados, sino porque las empresas exigen a los choferes a entregar en el menor tiempo posible las cargas y los obligan a usar dobles remolques, afirmó el presidente de la Alianza Mexicana de Organizaciones de Transportistas A.C. (Amotac), Rafael Ortiz Pacheco.

En entrevista, señaló que el transporte de materiales peligrosos está regulado por las autoridades mexicanas, donde se especifica tanto la cantidad de peso y el exceso de dimensiones como los lugares donde puedan circular.

El titular de Amotac recalcó que dentro de esta norma, está prohibido que circulen en casi todo el país unidades con materiales peligrosos con doble remolque,

“Pero notamos que hay una conducta por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y por la misma Policía Federal de no tocarlos, de no aplicarles la norma, por lo mismo dejan en un estado de indefensión y peligro a la población”, añadió Ortiz Pacheco.

El dirigente precisó que otro tema que se discute es la capacitación de los operadores para el traslado de estas sustancias, aunque afirmó que son los más capacitados de Latinoamérica, por la habilidad que tienen para manejar unidades que arrastran esas unidades tan pesadas.

“Desgraciadamente con el sobrepeso que se les carga a la unidades, se pierde la capacidad de los operadores, porque ya no queda dentro de ellos poder controlar un vehículo que sobrepasa los pesos y dimensiones. Desgraciadamente, la misma Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar) descalifica a los muchachos, cuando ellos contribuyen a darles a los operadores jornadas laborales extensas”, sostuvo Ortiz Pacheco.

Además, contribuyen a sobrecargar los camiones y a recortar los tiempos de traslado, obligando a que los choferes tengan que consumir algún tipo de fármaco para mantener alerta durante largas jornadas al volante, por tener que cumplir con los tiempos de entrega adecuadamente.

“Esto nos ha provocado muchísimos accidentes, pero la principal causa es el sobrepeso, las jornadas de trabajo, donde obliga que las unidades sobrecargadas o doblemente articuladas recorra distancias en tiempo mínimos”, precisó.

Ante ello, las unidades con doble remolque deben recorrer grandes distancias en poco tiempo, cuando ese tipo de transporte deben de circular a 70 kilómetros por hora en la noche y 80 en el día, y ocurre lo contrario, pues llegan a circular hasta a 120 kilómetros por hora, con el riesgo latente para los usuarios de carreteras o de centros urbanos.

“Todo esto se da por una falta del cumplimiento de la norma por parte de la autoridad”, afirmó el presidente de la Amotac, al tiempo que destacó que muchas veces en las zonas de inspección de medidas y peso, no hay nadie que vigile que los camiones cumplan con estas disposiciones.

En opinión de Rafael Ortiz, los contenedores que llegan de los puertos, al venir sellados, no se sabe qué tipo de sustancia peligrosa pueda contener, pues no traen los señalamiento adecuados, lo que dificulta el trabajo de las autoridades y cuerpos de rescate, en caso de una contingencia.

“Mientras no se cumpla con las recomendaciones de que se tenga que bajar su capacidad máxima a 30 mil litros, y no circular con doble remolque en cualquier parte del país, vamos a tener estos problemas”, dijo.

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