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Apenas dejaron sus maletas en un hotel de Querétaro, el matrimonio de texanos compuesto por Brianna y Dean rentó un auto y manejó 71 kilómetros hacia el norte, a fin de visitar el Pueblo Mágico de Mineral de Pozos, Guanajuato. Con apenas 3 mil habitantes, el lugar era uno de los “sueños de retiro en México” para jubilados estadounidenses, y el que esta pareja sólo había visto por Internet.
“Vive en México… con tu pasaporte y cuenta bancaria en Estados Unidos” y “El Salvaje Oeste en el centro de México”, fueron algunas de las frases publicitarias que impulsaron a este matrimonio de Amarillo, Texas, para decidirse a visitar el oasis turístico situado en pleno semidesierto del Bajío.
La pareja no se equivocó sobre la belleza del paisaje: allá estaban las cactáceas, los cerros, la arena color ocre y la fastuosidad de las ruinas de haciendas y cascos mineros que datan de los siglos XVI al XIX.
Sin embargo, sobre la posibilidad de comprar una propiedad, Brianna y Dean explican a EL UNIVERSAL Querétaro que muy pronto desistieron de la idea, por haber localizado ofertas “muy caras” y, sobre todo, que consideraron “de riesgo” (risk offers).
Para su decepción, los esposos encontraron muchas casas viejas y terrenos que estaban en poder de familias muy pobres, que no tenían escrituras públicas o que adeudaban predial y otros impuestos.
Las propiedades les eran ofrecidas a precio de dólar, bajo el método de “traspaso de obligaciones”, situación que no les agradó.
Los viajeros también se acercaron a los nuevos desarrollos que se decían “ecológicos”, pero que estaban apenas trazados sobre parcelas agrícolas, que no contaban con agua, drenaje, luz y otros servicios.
Inclusive, según fueron alertados por los propios lugareños, “la empresa fraccionadora estaba en pleito con la comunidad (ejidatarios)”, mencionaron en entrevista.
Fue así que Brianna y Dean optaron por continuar su viaje e invertir en la cercana ciudad de San Miguel de Allende, donde al final adquirieron una casa de tres recámaras, por 380 mil dólares. Un precio de terreno 50% más alto que en Pozos, pero en donde les ofrecía ocupación inmediata y “todo dentro de la ley”.
“FOR SALE”
“Piénsalo, México tiene muchos defectos, pero también oportunidades no disponibles en ningún otro país del mundo: tesoros arquitectónicos y un entorno natural lleno de riquezas, un diamante en bruto listo para brillar en todas sus facetas”, es una de las frases publicitarias que pueden leerse en muchos sitios web, aparentemente de factura estadounidense.
En dichos portales, desde hace más de un año se viene promoviendo en idioma inglés la venta de “lotes, casas, ranchos, haciendas” y hasta “ruinas históricas” del Pueblo Mágico ubicado en Guanajuato (www.pozosrealty.com).
Mientras tanto, dirigiéndose al mercado mexicano, una empresa con sede en la Ciudad de México, con representaciones en los estados de Querétaro, Guanajuato y Monterrey, promueve la construcción de varias decenas de lotes residenciales en las afueras de Pozos, así como un campo de golf y una casa club, entre otros atractivos de lujo.
Todo lo anterior, sobre un predio verde con extensión de mil 115 hectáreas, otrora propiedad de ejidatarios; en donde consideran los vestigios históricos de minas y haciendas que poblaron esa región como “activos” para sus potenciales compradores.
“Extensas áreas territoriales reservadas sólo para algunos privilegiados. En Pozos existen ruinas y fragmentos antiguos que formarán parte arquitectónica de los ranchos y haciendas destinadas a las privilegiadas familias que las habiten”, anuncian.
“El corazón del proyecto será el Parque de las Ruinas, reserva que alojará una imponente casa club, hermosos lagos, comercios”, reza la publicidad que viene desplegando la empresa en su sitio web (pozos.mx).
“COMPRAN LO QUE PUEDEN TOCAR”
Para el experto inmobiliario Federico García resultarán “fallidas” las campañas que promueven a Mineral de Pozos como atractivo de inversión para los jubilados de Estados Unidos, dado que este grupo, según asegura, “sólo compra lo que puede tocar.”
“Los norteamericanos típicos no invierten en aire. No se sientan a esperar 20 años a que un terreno suba de valor, como sí nos gusta hacerlo a los mexicanos”, asegura García, maestro en Desarrollo Inmobiliario en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, campus Querétaro.
En cuanto a los nuevos desarrollos poceños, el especialista comenta: “Creo que antes de ponerse a vender lotes, Pozos necesita invertir mucho en infraestructura, para que así pueda volverse atractivo para el mercado internacional”.
Promotor de inversiones en las zonas de Juriquilla, Querétaro y de San Miguel de Allende, no regatea ninguna belleza natural a Pozos; sin embargo, advierte: “Mientras los gobiernos no metan servicios públicos, no me parece que ese bello pueblo tenga ningún futuro inmobiliario; no al menos durante 25 años”.
Entonces, ¿por qué la promoción en Estados Unidos?
–Para crear una burbuja artificial, supongo. Un mero proceso especulativo. Un grupo de fraccionadores vio la oportunidad y la está aprovechando, mientras les dure o se les estanque por cualquier razón, ya sea política o de mercado.
SEÑORES DE POZOS
La empresa que promueve la venta de “lotes, casas y ranchos” dentro del privatizado Ejido Pozos se denomina Señores de Pozos Global Proyect y tiene domicilio en la demarcación Coyoacán de la Ciudad de México.
Su director ejecutivo se llama Sergio Enrique Rodríguez Herrera, quien hasta 2012 fue secretario de Turismo de Guanajuato, durante la administración del ex gobernador panista Juan Manuel Oliva Ramírez. Anteriormente, trabajó como funcionario federal de Turismo, durante la gestión transexenal de Rodolfo Elizondo Torres (2003-2010).
El contrato con el que dicho ejido pasó a manos privadas, así como la autorización de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para edificar un “desarrollo turístico sustentable que contempla un campo de golf, vialidades e infraestructura y lotificación”, fue firmado en 2011, durante la gestión guanajuatense de Rodríguez Herrera y Oliva Ramírez.
Con dicho proyecto, los panistas consolidaron un “sueño turístico” iniciado en 2003, cuando el ex presidente Vicente Fox y su esposa, Marta Sahagún, visitaron Pozos, acompañados de la actriz Verónica Castro y de un grupo de inversionistas de la CDMX, Guanajuato y Nuevo León, según consta en reportes.
De acuerdo con documentos, Señores de Pozos posee también la titularidad de una especie de fundación cultural, instancia que entre 2006 y 2012 obtuvo del gobierno guanajuatense cinco convenios dotados de recursos públicos, mismos que también firmó el ahora director de Pozos, Rodríguez Herrera.
LA ZONA SE DOLARIZA
Los días de Pozos como pueblito apacible “están en peligro”, denuncia a este diario Jesús Ugalde, guía turístico, cronista y uno de los ciudadanos que apenas hace cinco años pugnaba por obtener para esa localidad la distinción turística de Pueblo Mágico.
Los temores de Ugalde se centran en que la actual presión de los fraccionadores, junto con la mala publicidad en el extranjero, estarían impulsando en la zona un “huracán inmobiliario”; es decir, un encarecimiento del uso del suelo. “Buscan dolarizarnos, al estilo San Miguel”, dice.
Ve “con tristeza” la referida publicidad, toda vez que en lugar de promover el turismo, “que tanta falta nos hace”, parecen sólo querer impulsar “un remate de nuestras tierras, de nuestras minas y hasta de nuestros cerros”.
Si bien la llamada mala publicidad proviene de empresas privadas, considera que la Secretaría de Turismo debería hacer algo para contrarrestarlos, ya que transmiten la percepción de que “México está en oferta”.
RUINAS “IGNORADAS” POR EL INAH
Clara Alva Boutelle, empresaria y promotora cultural de nacionalidad mexicano-estadounidense, rechaza la construcción de fraccionamientos sobre la zona patrimonial e histórica de Pozos.
“Mi oposición no es porque nos neguemos al desarrollo, sino porque los tales Señores de Pozos, desde el puro nombre, pomposo y ofensivo para la gente, se han puesto de acuerdo con algunos ejidatarios y con políticos para apropiarse de lo más bello de este lugar”, indica.
Respecto al valor histórico del área, hace un llamado el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para que supervise: “Qué venga el INAH y vea las cosas que quieren hacer estos señores en la zona”. De acuerdo con su percepción, son “violatorias de las leyes de protección de bienes nacionales.”
Alva Boutelle preside la Organización Mineral de Pozos, agrupación civil con simpatizantes tanto mexicanos como estadounidenses; estos últimos que, a decir de la activista, “llegamos a este lugar hace muchos años, en busca de un contacto más humano con la naturaleza, tenemos una propuesta sincera de protección, conservación, recuperación del patrimonio minero e histórico de nuestro querido Pozos”.