Sobre la crisis financiera que atraviesan las desarrolladoras inmobiliarias como Homex, Geo y Urbi, el gobierno federal no las rescatará y ellas tendrán que resolver sus problemas, aseveraron el delegado de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), José Cabrera Ruiz y el subdirector general de Desarrollo Institucional de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), Hilario Salazar Cruz.
“Tendrán que resolverlo de manera directa, no va a ver una especie de Fobaproa, no habrá rescate hacia estas desarrolladoras”, sentenció Cabrera Ruiz.
El delegado de la Sedatu explicó que estas empresas adquirieron una gran cantidad de reservas territoriales, que consideraron que en cualquier momento podrían construir, pues esto no estaba bien regulado en la administración federal pasada.
De acuerdo con las políticas que tiene actualmente la Sedatu, y a partir de la administración del presidente Enrique Peña Nieto, ya no pueden seguir creciendo las ciudades de manera anárquica, sentenció el funcionario.
Aseguró que eso es parte de lo que generó este golpe a la economía de esas compañías. Por su parte, el funcionario de la Conavi añadió que este conflicto obedece a problemas que arrastran las inmobiliarias desde hace cuatro o cinco años, ya que cotizaban sus acciones en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y en los últimos años éstas habían disminuido considerable, paulatinamente y de manera sostenida.
El lunes pasado, la BMV informó a través de un comunicado, que las acciones de las empresas Geo, Homex y Urbi —entre otras compañías— saldrían de la muestra del Indíce Nacional de Precios y Cotizaciones (IPC).
Las emisoras que conforman la muestra del Índice fueron seleccionadas en estricto apego a la metodología de selección vigente, destacando las que tienen más de tres meses de operación continua y que mejor desempeño tienen en su importe y volumen operado, y en su valor de capitalización, el cual es medido en función del número de acciones flotantes de las emisoras, indicó.
Hilario Salazar consideró que otro factor de la crisis de las desarrolladoras inmobiliarias es que las compañías han adquirido muchas deudas: “Tienen una deuda muy grande, se apalancaron en exceso y tienen mucho inventario de vivienda que no han podido vender”.
El representante federal coincidió con Cabrera Ruiz en que es un problema de las desarrolladoras, pues tienen que reestructurarse, cambiar su modelo de negocio, porque no a todos les han sucedido eso y son las únicas tres empresas que andan en problemas.
“Si no las están desplazando (las viviendas) es que a lo mejor andan mal en sus proyecciones de comercialización o no fueron las correctas”, dijo Salazar Cruz.
Ambos funcionarios indicaron que en lo que se refiere a las personas afectadas, que han recibido sus casas en mal estado y algunas aún no cuentan con escrituras, las dependencias a su cargo no tienen competencias para resolver ese tipo de problemas, sino que la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) o incluso el Ministerio Público, deberán darle continuidad a su caso.
Agregaron que para evitar que desarrolladoras compren territorios muy alejados de las manchas urbanas y luego se den casos de abandono de estas casas, inició un programa de Registro de Reservas Territoriales, para ver los terrenos de todos los desarrolladores, en dónde están ubicados y eso es parte de la planeación que se está desarrollando.