Querétaro es uno de los estados con mayor crecimiento, tanto en materia de industria como en el Producto Interno Bruto (PIB), por lo cual resulta una entidad atractiva para asentarse a vivir, pues de acuerdo con datos del Consejo Estatal de Población (Coespo), a la entidad arriban 67 personas diariamente. Sin embargo, dicho desarrollo poblacional tiene repercusiones negativas en materia ambiental, principalmente en cuanto al abasto de agua potable.

Actualmente cada habitante de la entidad tiene acceso a mil 500 metros cúbicos de agua, en promedio, mientras que los estados del sureste mexicano cuentan con 20 mil metros cúbicos por persona, de acuerdo con las estadísticas de la Comisión Estatal de Aguas (CEA).

Estas mismas cifras revelan que dicho porcentaje continuará disminuyendo en los próximos años, debido al crecimiento de la entidad, ya que en los últimos 15 años la población queretana creció en 40.9%, mientras que el resto del país crecía a la mitad.

Dicho desarrollo se da en una entidad que tiene baja disponibilidad de agua, debido a su ubicación geográfica, aseguró el vocal ejecutivo de la dependencia, Enrique Abedrop.

“En Querétaro, parte del estado tiene muy poca disponibilidad de agua, en donde tenemos baja disponibilidad de agua es el corredor de Tequisquiapan, Querétaro, Corregidora, El Marqués y San Juan del Río, ahí tenemos el 60% de la población y producimos más del 80% del PIB. La tendencia de crecimiento poblacional señala que se la gente se continuará asentando en los espacios donde hay muy poca agua, eso es un poco absurdo e incongruente”.

Desde 2010 se tenía previsto dicho panorama, por lo cual se creó el sistema Acueducto II para distribuir este recurso natural potabilizado a cerca del 60% de la población. Sin embargo, a tal infraestructura le restan 17 años de vida, además que la demanda del liquido provoca que se tenga una sobreexplotación de la presa del Infiernillo, de donde se extrae el agua para los queretanos, y que está disminuyendo 1.14 metros por año.

Dicha presa se nutre del río Moctezuma y está ubicado a 160 kilómetros de la capital queretana, ahí inicia todo el sistema del Acueducto II, sin embargo, esta distancia provoca que el mantenimiento y la operación de tal infraestructura, que potabiliza el agua, tenga un costo anual de 216 millones de pesos.

Aunque el sistema que trae hasta la zona metropolitana genera mil litros de agua cada segundo, el crecimiento poblacional, el mal uso de este recurso, así como el precio de los insumos está generando complejidad para brindar abasto a toda la ciudadanía que lo requiera, de acuerdo con José Juan Vázquez Carrión, gerente adjunto de la empresa Veolia y encargado de la operatividad del Acueducto II.

Ahí, día y noche trabajan cerca de 70 personas que operan la maquinaria especializada para el bombeo de este recurso natural que se extrae desde el Río Moctezuma, pasa por la presa del Infiernillo y posteriormente es captada por el Acueducto II, con la intención de que en menos de 36 horas se pueda llevar el líquido hasta la zona metropolitana; aunque también se cuenta con una presa de resguardo que es capaz de contener agua suficiente para el consumo de tres días, en caso de que hubiese una contingencia.

“El sistema está diseñado en función de lo que da el río. El caudal mínimo en época de sequía es de mil litros por segundo, a partir de ahí se construyó la presa para dar ese suministro”, aseguró el encargado de la operación.

El Acueducto II ha carecido de difusión, por lo cual actualmente gran parte de la población no tiende el esfuerzo que se hace para llevar el agua a todos los queretanos, dijo el vocal ejecutivo, tras afirmar que se tiene que afrontar el costo de la sustentabilidad “hay veces que la gente dice que el agua está carísima. Agua cara la que no hay”, destacó.

En 2009, Querétaro demandaba 3.6 metros cúbicos de agua por segundo, sin embargo solamente se podrían brindar 3.3 metros cúbicos. Al entrar el Acueducto II y la oferta subió a 4.19 metros cúbicos por segundo, por lo cual no se contempla que exista ningún problema en los próximos 13 años, pues inclusive en 2021 cuando se tenga una demanda 5.1 metros cúbicos por segundo, la oferta podrá ser de 5.2 metros cúbicos.

“El problema es hacia el 2030, tenemos que empezar a pensar de dónde vamos a traer el agua y cómo lo vamos a abastecer en la zona metropolitana”, puntualizó Enrique Abedrop.

El último reporte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre acceso a agua potable y saneamiento, da cuenta de que mil 100 personas a nivel mundial no tienen acceso al agua; además de que 2 mil 400 millones de personas no tienen acceso a la sanidad; lo que representa que 200 millones de personas mueran al año por falta de agua o por agua contaminada.

Si bien el planeta está conformado en 70% de agua, las personas de todo el mundo solamente se tiene acceso al 0.3% de dicho recurso. De este total el 80% es utilizado para la agricultura, sin embargo, en Querétaro el 83% se envía a tal sector, el 3% a la industria y solamente el 14% al consumo doméstico. En cerca del 90% de los casos se utiliza agua potable, cuando podría utilizarse agua tratada.

A decir de Enrique Abedrop, en 1995 se tenían 7 mil metros cúbicos por habitante, para 2025 debería haber 5 mil 100 metros cúbicos por habitante y para el 2050 mil 150 metros cúbicos “y eso se ve como una tragedia en otros países, pero la tragedia ya nos alcanzó a Querétaro”, toda vez que ya se encuentran en este porcentaje.

De no tomar conciencia sociedad y gobierno, dicha problemática se complicará, pues de acuerdo con el funcionario para el 2100 el 90% de la población estará en el corredor metropolitano, es decir, en los municipios con muy poca agua, “tenemos que empezar a preocuparnos por el reciclado, es complicado, es difícil traer el agua hasta acá”.

Aunque Querétaro es el único estado de la República que tiene autorización de traer agua superficial, por los próximos 100 años, resulta inviable aplicar tal medida, toda vez que costaría 62 mil millones de pesos. Por lo cual la opción se centra en la conciencia de los ciudadanos, dijo.

Los principales ejes que se están aplicando para el cuidado del agua, por parte de la CEA, son: apoyos hacendarios para las empresas que reutilicen el agua; los aliados del agua para concientizar a los niños; y la ruta del agua para que diversos sectores conozcan cómo se extrae el agua de los límites con Hidalgo hasta la zona centro del estado.

Sin embargo, lo primero que se debe realizar es aprobar una Ley de Aguas, pues Querétaro es uno de los únicos estados de la República Mexicana que no tiene una ley del agua, y la CEA necesita dientes para poder normar, dijo el vocal.

Entre los aspectos que se buscan endurecer, de acuerdo con Enrique Abedrop, se encuentran la regulación de las pipas de agua, pues en ocasiones tienen licencias para explotar pozos para uso agrícola, sin embargo, se envía a consumo doméstico o de industria. Además, que se buscará obligar a que todas las empresas utilicen agua tratada para sus procesos y no agua potable.

Asimismo, se atenderá el tema del clandestinaje, pues de las 431 mil tomas que se tienen registradas en la CEA, se estima que el 20% sean clandestinas. Según datos de la propia dependencia.

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