La venta de hierbas medicinales en la capital queretana ha permitido sobrevivir a una familia proveniente de La Concepción, Estado de México. Ganan 600 pesos al día y aseguran que tienen una mejor calidad de vida que en su comunidad de origen.
Juan Agustín Martínez todos los días viaja a la capital queretana para vender hojas de limón, manzanilla, manrrubio, pingüica, cola de caballo, hierba del sapo, palo azul y otras plantas con propiedades medicinales.
“Las hierbas las conseguimos en la Central de Abastos. Yo compro té de limón que sirve para la gastritis; manrrubio para la inflamación de estómago; para los riñones pingüica, cola de caballo la hierba del sapo y palo azul”, explicó Juan en entrevista.
Del total de sus clientes, 70% corresponden a mujeres adultas y mayores que van desde los 40 en adelante.
Agustín y su familia platican que decidieron vender hierbas medicinales porque en su comunidad no hay oportunidades de trabajo.
En La Concepción, Estado de México, las personas tienen los mismos conocimientos de herbolaria que él, lo que hace del comercio de plantas “milagrosas” sea poco rentable en la zona, sumado a que no hay empresas suficientes para emplearlo, lamentó.
“Yo soy del Estado de México y vengo a vender acá. Vengo a Querétaro tres días a la semana —martes, miércoles y jueves y a veces viernes— pero ahora solo vengo tres días aquí porque tengo el encargo en mi comunidad de Semana Santa, tengo que cocer comida para la gente”, explicó el hierbero.
Todos los martes, llegan a la ciudad queretana a vender, los jueves regresan a su comunidad y duermen en su casa.
El tiempo que pasan en Querétaro, Juan Martínez, su esposa e hija pasan la noche en el albergue municipal, ubicado en la calle Guerrero.
En el albergue llegan a las 19:00 horas y les cobran 10 pesos por persona. Las únicas condiciones es que al ingreso, los solicitantes deben de tomar un baño con agua caliente. Además, dentro reciben una cena, mientras que en la mañana, cuando se retiran, les dan desayuno. El vendedor refirió que en esta ocasión su esposa e hija lo acompañaron a la ciudad del Bajío porque a ellas no les gusta quedarse tanto tiempo a solas, “así que vienen y me acompañan aquí a vender, también se quedan conmigo en el albergue”.
A pesar que en la zona urbana del Estado de México la venta de hierbas es negocio, Juan Agustín Martínez dijo que prefiere venir a Querétaro por el albergue, pues si se traslada a la capital del país, tendría que quedarse en las calles de la ciudad.
“Yo no vivo en el estado cerca de la ciudad, sino que vivo en una comunidad que está más cerca de Querétaro que de la ciudad de México. Por eso vengo acá y no allá. Además, es más barato el pasaje”, señaló.
El pasaje del autobús que los transporta desde La Concepción al municipio de Querétaro cuesta 75 pesos por persona, más 50 pesos de taxi hasta su casa. Mientras que al Estado de México es de 150 pesos y sin un albergue para pasar la noche.
“Está más caro allá y no tenemos donde quedarnos, en cambio aquí nos dan albergue. Si yo me voy para la ciudad de México me tendría que quedar en la calle con el frío y los peligros que hay allá”, lamentó el hierbero.