“Desde pequeña supe que quería ser maestra”, dice emocionada Claudia Cruz Hernández, profesora de la escuela primaria Justo Sierra, ubicada en la comunidad de La Trinidad, en el municipio de Tequisquiapan.

Claudia, que en sus inicios como maestra caminaba más de una hora para llegar a la comunidad de Barranca de Cocheros, en San Juan del Río, este día recibió de manos del gobernador Francisco Domínguez, el Premio Estatal al Desempeño Profesional Docente 2015- 2016.

A su mente vino el recuerdo de Juana Cristina Arteaga, su profesora de primaria, quien “nos transmitía mucho amor a la vida, a lo que ella hacía y ese entusiasmo me despertó el interés de ser como ella”.

Tras 11 años de un arduo trabajo en las aulas de comunidades de San Juan del Río, Pedro Escobedo y Tequisquiapan, Claudia es consciente de la responsabilidad que representa la docencia. “Depende mucho de nosotros cómo vamos fortaleciendo los valores. A lo mejor en la casa no se fomentan pero si tú como docente tampoco lo haces en tu aula, entonces tú en qué estás contribuyendo. Creo que es tarea de todos y una parte fundamental es nuestra labor como docentes y cada día lo puedes ir haciendo con los niños”.

Convencida y defensora de la educación pública, asegura que se deben inculcar de nueva cuenta y con mayor fuerza los valores como el respeto, la responsabilidad y la honestidad para hacer ciudadanos de bien que aporten en beneficio de su estado y su país.

Sueña con que sus alumnos sean felices y que puedan descubrir su vocación de vida, una que amen y desempeñen con pasión. “Sueño que cada uno de mis alumnos tenga una profesión, pero una que realmente desearan, que realmente amaran, que esa fuera su vocación y en segundo lugar, que sean felices. Ese es mi principal propósito”.

Tiene tiempo para agradecer el apoyo y las enseñanzas de doña Yolanda y don Francisco, sus padres, de quienes afirma, aprendió a ser organizada, responsable y a tener la fortaleza para salir adelante en situaciones adversas. “Mis padres siempre me inyectaron el ánimo para salir adelante. A mí y a mis hermanos siempre nos decían que sí podíamos, que sí lo íbamos a lograr”.

Orgullosa cuenta que sus otros tres hermanos también se dedican a la docencia, una profesión noble que busca reivindicar ante la sociedad, porque actualmente está muy mal vista.

“Si pudiera cambiar algo, sería reorientar el papel que el maestro tiene hacia la sociedad, porque hemos sido muy denigrados en muchos sentidos. Muchas veces nos tachan como lo peor y creo que no es así, ya que el trabajo del maestro es muy importante”.

Sobre la discutida reforma educativa, la cual asegura, es positiva, aunque se atreve a proponer algunos cambios para que realmente sea más eficiente y logre el cometido de elevar el nivel educativo del país. “La reforma es buena, siempre y cuando la finalidad sea hacer realmente un cambio en cuanto a la raíz, que es la educación de los niños, que es lo que se busca. La mejor manera de evaluar al docente sería ver cómo trabaja el maestro en el día a día, en la práctica. Cosa que la evaluación no hace, eso sólo es un parámetro acerca de lo que conoce el maestro, pero no es determinante”, apuntó.

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