La de ayer fue la última ceremonia de indulto en el estado de Querétaro, lo que representa un hecho histórico para la entidad, que tenía 206 años realizándola.
A partir del próximo año será el Poder Judicial —en específico un juez de ejecución de pena— el que cuente con la facultad de dejar en libertad a los reos, potestad que hasta este año era exclusiva del gobernador mediante la Ley del Indulto, dio a conocer el titular del Poder Ejecutivo, Francisco Domínguez Servién, quien aseguró que esta voluntad será oficializada en dos semanas más, cuando se envíe la iniciativa al Congreso local.
Con el indulto desechado como figura y potestad del gobernante en turno, también desaparecen las comisiones formadas por ciudadanos y autoridades que analizaban los expedientes de los reos para calificar sus méritos para ser puestos en libertad.
De acuerdo con el mandatario estatal, gracias al nuevo sistema de justicia penal se modificó esta atribución que, dijo, responde a una tradición de 206 años. De ahora en adelante los jueces queretanos serán quienes reciban las solicitudes de indulto y con base en los derechos humanos, el comportamiento de los presos, así como a las características del caso, tomarán la determinación.
“Esta ceremonia tiene una gran relevancia en el marco de las fiestas patrias, este evento evoca el gesto del cura Hidalgo, quien mandó abrir la cárcel del pueblo con la única condición de sumarse a la lucha en favor de la Independencia (…). En este acto expreso mi convicción de ceder dicha facultad, es mi voluntad política cerrar un ciclo histórico, es un ciclo que se haga justicia, la libertad no estará en las manos de un gobernante”.
Los nueve indultados de este año fueron: Eduardo Ramírez Rangel, Juan Carlos Vázquez Estrada, José Martín Gómez Molina, Juan Carlos Hernández Vázquez, Jesús López Borjas, Salvador Chavarría Jiménez, Jaime González Solís, Maximiliano Hernández del Ángel y Rubén Lubiano Benítez, de quienes el gobernador dijo han mostrado voluntad para reintegrarse a la sociedad.
Por su parte, el secretario de Gobierno y titular de la Comisión de Indultos, Juan Martín Granados Torres, destacó que estos nueve hombre cumplieron con todos los requisitos para reincorporarse a la sociedad queretana, por lo que les solicitó que de ahora en adelante sean congruentes con esta nueva oportunidad y se conduzcan practicando la paz, la justicia, además del respeto hacia los demás.
“El comportamiento al interior de la prisión y actitud de servicio justifica tal indulgencia, una vez que la Comisión de Indultos ordenada por el Ejecutivo con base en su facultad legal. Señores indultados, en un momento más recibirán la gracia por parte del señor gobernador de ser indultados, es un acto de reconocimiento a su condición de seres humanos, de personas que han demostrado con hechos que tienen la voluntad firme de rehacer su vida”.
Entre las características que debe reunir un reo para poder recibir el indulto están: haber sido privado de la libertad con una pena que no exceda los 10 años; tener cubierta la tercera parte de su condena; haber mostrado un buen comportamiento en prisión, y no ser reincidente.
Los elegidos. A nombre de los indultados, José Martín Gómez Molina agradeció que de ahora en adelante podrá continuar con su vida a lado de su familia. Durante su discurso destacó que los Centros de Readaptación Social (Cereso) no son “escuelas del crimen”, pues él pudo concluir sus estudios de primaria, secundaria e inclusive inició la preparatoria. Asimismo, aprendió a realizar artesanías de madera y creó un grupo musical con otros reos.
“No sólo deja en libertad a una persona, gracias a usted nueve familias están reintegradas en su totalidad, nuevamente podremos refugiarnos en los brazos de nuestras esposas, hijos y familiares sin ninguna restricción. Queremos reiterar nuestro compromiso con la sociedad, con quien hoy conviviremos nuevamente, hemos crecido profesional y humanamente”, afirmó.