El 30% de los habitantes de Querétaro vive en asentamientos irregulares; de este porcentaje entre 5% y 7% habita en zonas de riesgo, informó el delegado de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) en el estado, Hugo Cabrera Ruiz.
Dichas viviendas se concentran principalmente en la capital de la entidad, San Juan del Río y Corregidora.
“Es necesario dar certidumbre jurídica a aquellas familias que viven en lotes que no pueden transmitir jurídicamente o arrendar estos lugares donde habitan”, afirmó el delegado.
En el marco del Foro de Consulta Ciudadana del Programa Nacional de Desarrollo Urbano y Vivienda, el titular de la Sedatu a nivel federal, Jorge Carlos Ramírez Marín, consideró que el crecimiento del estado ha sido determinado por su participación en el proceso industrial en cuanto a sus importaciones, lo que genera una “enorme” migración y con ello asentamientos irregulares.
“No hay estrategia sin planeación, no hay crecimiento sin estrategia”, refirió el secretario de Estado.
En el foro, también estuvieron presentes el gobernador de Querétaro, José Calzada Rovirosa, así como diversos funcionarios locales.
Ramírez Marín dijo que como muchos otros territorios del país, en Querétaro la zona urbana absorbió la tierra agrícola, donde ahora por lo regular hay casas habitadas por gente muy pobre.
Esto ocurrió a pesar de que la entidad es pequeña, pues ocupa la posición 27 en cuanto a extensión territorial a nivel nacional, indicó.
Mejorar la regulación
Agregó que las desarrolladoras tendrán que ajustar sus procesos, de acuerdo con los planes de desarrollo; sin embargo, una mejor regulación les ofrecerá mayor competitividad y eso significará importantes ahorros tanto en el proceso industrial —en la edificación de casas— como para los consumidores finales.
Precisó que de las viviendas a nivel nacional, 32% son las que están reguladas y 68% se construye de manera orgánica, sin respetar reglas de asentamiento, incluso sin los permisos municipales correspondientes.
El crecimiento de las ciudades se ha dado de acuerdo al modelo “3D”, es decir de manera distante, dispersa y desconectada, y esto debe entrar a discusión para cambiarlo.
Recordó que la población urbana en México se duplicó en los últimos 30 años, toda vez que la superficie urbanizada se multiplicó por siete.
Para 2030, el funcionario estimó que se tendrán poco más de 39 millones de viviendas en el país.
Desde 2005 a la fecha, éstas se incrementaron en 14 millones de unidades, por lo que reconoció que es imprescindible que el crecimiento de más de 500 mil viviendas al año se dé de manera regularizada.