Más de mil millones de pesos tendrá a su disposición el gobierno municipal entrante de Querétaro para ser utilizados en materia de inversión pública, proyectos o gastos operativos, lo que implica una transición constitucional que dejará registro histórico de las buenas prácticas gubernamentales, dio a conocer el secretario de Finanzas del Municipio de Querétaro, Rubén Álvarez Lacuma.
Además de ese recurso, la actual administración dejará en arcas de la hacienda pública el flujo de efectivo que asciende a más de 510 millones de pesos, destinado a la ejecución de los diversos rubros del presupuesto aprobado para el ejercicio fiscal 2018.
También dejan el fondo municipal con 30 millones de pesos para la atención de contingencias, el cual ya se reintegró después de su uso para apoyar a los afectados por el incendio en el mercado El Tepetate, así como un fondo para la caída de ingresos futuros, según lo dispuesto en la Ley de Disciplina Financiera, por más de 13 millones de pesos, además de cinco millones de pesos para la creación de un fondo municipal por posibles reintegros de recursos federales.
“Con esta referencia se confirma que, derivado de los esfuerzos realizados durante la administración municipal 2015-2018, se registró una recaudación histórica al superar al gobierno anterior por un 83%, es decir, se tuvo un aumento de 4 mil 336 millones de pesos en ingresos propios”, explicó.
Álvarez Lacuma añadió que al cierre de esta administración, se logró cumplir con el importe total estimado en ingresos propios. Explicó que de los 4 mil 336 millones de pesos, “recaudamos alrededor de 3 mil millones de pesos, estimando que al cierre del ejercicio fiscal 2018 oscilarán estos ingresos propios entre 3 mil 700 millones y los 4 mil millones de pesos”.
Refirió que las acciones que ayudaron a generar estos resultados fue la implementación de una reingeniería tributaria sustentable y una política fiscal sólida, amparada por esquemas constitucionales y la exploración de fuentes de ingresos derivados de la propiedad inmobiliaria, la sistematización y agilización de procesos tributarios, fiscalización y ejercicios de cobro persuasivo y coactivo.
Estas fueron prácticas gubernamentales que garantizaron la alta capacidad de ingresos propios del municipio, con lo que se logró asegurar su autonomía financiera, y que a la fecha, un 64% representan ingresos propios sobre los ingresos totales.
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