Era marzo de 2009 cuando Laura recibió una noticia que la llenó de júbilo: era una de las ganadoras de los pies de casa que el gobierno del estado, entonces a cargo del panista Francisco Garrido Patrón, había sorteado entre personas de escasos recursos. Un año después, en 2010, esta obrera recibió las llaves del que desde entonces es su hogar
El gozo que entonces sintió es hoy miedo e incertidumbre. Su casa, ubicada en el fraccionamiento Fray Junípero Serra, en la capital de Querétaro, fue una de las diez que quedaron gravemente afectadas por la tromba que cayó en Querétaro el 18 de agosto de 2014.
“Yo estaba aquí en la casa, cuando empezó a llover. Me comenzó a dar mucho miedo porque escurría el agua por la cocina y luego por el comedor. Se empezó a meter por todos lados. Llovía más y puros truenos… de repente fue tan fuerte que se cayó la barda de atrás”, relata Laura mientras muestra su casa y señala los lugares por donde el agua pasó.
Su vivienda, una de las 547 del fraccionamiento, no fue la más afectada. La de su vecina todavía tiene la huella del cemento que se usó para tapar un boquete que tuvieron que abrir para desaguar el líquido que alcanzó los 80 centímetros de altura en el interior de la casa.
“Estuvo bien feo ese día. Como sea aquí alcanzamos a abrir la puerta. Se cayó la barda y abrimos la puerta de la entrada para que el agua escurriera pero a la vecina se le estaban ahogando sus hijos; estaba ella sola con sus cuatro niños”, señala Laura, quien tiene 31 años y es madre soltera.
“Alcanzamos a escuchar sus gritos, y con todo y lluvia les fuimos a ayudar, los sacamos por la ventana porque la puerta se trabó. El agua subió con todo y lodo y a sus hijos, bien chiquitos, el agua ya los andaba tapando. Sacamos a los niños, salió ella y luego otros vecinos tuvieron que golpear la pared para que el agua saliera por ese hoyo, ya nada más le taparon con cemento pero ni la pintada le hemos podido dar”, dice.
Ese día, Laura y al menos 10 familias más perdieron sus pertenencias. Al día siguiente, brigadas del municipio de Querétaro llegaron para ayudar a la limpieza.
Días después, autoridades municipales les entregaron algunos enseres como un refrigerador, una estufa y dos camas, lo demás lo repuso cada quien. Les prometieron la construcción de un canal para “atajar” el agua pero a casi dos años aún no hay nada.
En la parte posterior de las casas —a un costado del anillo vial Fray Junípero Serra, dirección oriente— se puede ver un terreno lleno de tierra negra y maleza; algunas montañas de tierra que muestran el trabajo de limpieza de drenes que hace días realizaron autoridades.
“No es suficiente. Se imagina que venga otra lluvia de esas fuertes: va a volver a bajar toda la tierra y toda el agua desde la carretera; nosotros estamos en bajadita, y esa tierra que nomás amontonaron se va a volver a recargar y va a terminar tirando otra vez las paredes”, reveló.
Cada familia del fraccionamiento pagó 11 mil pesos de enganche en 2010 y otros 14 mil los cubrieron con mensualidades de 500 pesos. Aún se puede ver la loseta de las viviendas con el logo del gobierno federal y su lema “Vivir Mejor”. Es un espacio de 7 por 15 metros cuadrados que solo tienen sala-comedor, baño, cocina y dos recámaras.
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