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"Yo no conozco el mar, ni tampoco mis hijos, pero ahora ya tenemos uno frente a nuestra casa”, comenta María de los Ángeles Flores Cruz, ella vive en la colonia Menchaca II desde hace 27 años y esta es la primera vez que ve tanto color en su colonia.
En el muro frente a su hogar, un grupo de artistas locales dibujó un océano azul intenso, con peces, ballenas, tiburones y sirenas. Sus hijos de entre 6 y 8 años participaron en la obra, dibujaron dos pequeños peces, la más grande obra de arte que han realizado en su vida, y lo presumen con orgullo. “Yo hice este”, “y yo este que está más grandote” le dicen a los demás dibujantes.
El mural frente a la casa de María de los Ángeles no es el único en la colonia, en el resto de las calles y fachadas se encuentran plasmados diversos temas y figuras, las casas lucen colores en tonos pastel, amarillo, rosa, azul.
La transformación de la colonia inició hace tres meses, cuando la Fundación Proart encabezó este proyecto auspiciado por el gobierno del estado. El objetivo, señala José Carlos Sánchez Gris, coordinador del proyecto, es mejorar el tejido social a través de arte y cultura. En total se pintarán 850 casas, además de parques y andadores. Varios artistas locales intervendrán las fachadas de las casas y áreas comunes para crear murales, en todo momento se cuenta con la participación de los colonos y sobre todo de los jóvenes de la zona, quienes también realizan murales con la técnica del aerosol.
El proyecto para intervenir Menchaca superó las expectativas de los organizadores, y aunque al principio fue difícil contar con la aprobación de los colonos, con el paso del tiempo también la sociedad comenzó a involucrarse.
“Lo que vale en este proyecto es adaptarse a la vida de la comunidad, siempre se tiene la idea de que Menchaca es terrible y la verdad es que durante todo el proyecto he estado sorprendido de ver que es otra cosa, los chavos grafiteros de la colonia que a veces se les tacha de delincuentes son los que están rehabilitando el mercado, estos proyectos buscan más que cambiar sus vidas de una forma a gran escala, busca sembrar una semilla que provoque cambios”, confesó José Carlos Sánchez.
“Otro de los objetivos es que ellos puedan interactuar, muchas veces no conocemos ni a los vecinos, y aquí pues todos conviven aunque sea por un momento en el día. Al principio fue difícil, pero al ver que estamos haciendo esfuerzos en su colonia, ellos tienen un amor propio increíble y dicen ‘oye si tú estás barriendo mi colonia, por qué yo no ayudo’, ellos también se animan, compran a veces su pintura para el interior de sus casas, se ha despertado un ambiente participativo”, comentó Sánchez.
Cuando el proyecto inició, se abrió una convocatoria al público en general para sumarse como voluntarios y lograr la transformación de Menchaca II, desde entonces, cada sábado llegan al punto varios voluntarios de todas las edades, algunas veces reciben gente de otras colonias, se organizan para comenzar a pintar, unos se encargan de fondear las fachadas, otros de detallar con pinceladas los murales, podar árboles, cortar maleza, limpiar las calles, entre otras actividades.
Artistas vecinos.
Ana María es una joven pintora, forma parte del grupo de artistas locales que participan en este proyecto llamado ‘Pintando Menchaca’, es la encargada de elaborar el mar frente a la casa de María de los Ángeles, el mar repleto de peces y sirenas.
Ella se unió al proyecto como voluntaria, desde el primer día que comenzó a trabajar en Menchaca entabló una amistad con los jóvenes de la colonia, quienes gustan de practicar el graffiti, les presentó la idea de pintar un océano y los invitó a sumar ideas.
“Desde el primer día me presenté con los muchachos porque lo más importante es dejar claro que este lugar es de ellos y yo necesito colaborar, la idea nunca fue llegar y hacer el trabajo sin preguntarles nada, por eso desde que estuve aquí estuve grafiteando con ellos, yo no sé mucho trabajar el aerosol, fue un intercambio de técnicas, les platiqué la idea del mar para ver qué opinaban y ya ellos fueron sugiriendo qué poner o qué quitar, les pinté una ballena y se las enseñé, siempre tuvimos muy buena relación”.
“Todo ha sido muy participativo, hay unos niños que viven justo en frente y dicen que con esto ya conocieron el mar, también ha sido muy padre que por ejemplo hay dos o tres grupos de chavos que no se hablan, que tenían problemas y nadie podía invadir el territorio del otro, pero a raíz de que realizamos el mural las dos bandas participaron y pues ya conviven entre ellos” explicó la joven artista.
Convivencia.
Esta es una oportunidad para convivir con los vecinos, pues muy pocas veces se realizan actividades comunitarias en la zona. María de los Ángeles ve con gusto que los jóvenes tengan acceso a este tipo de actividades artísticas.
“Me parece muy bonito que se hagan estas cosas aquí, creo que sí generan un buen momento de convivencia y hacen que la colonia se vea bonita. Está muy bien porque llegan a animar a los niños, mis niños cada ocho días llegan a pintar aquí, siempre presumen que hicieron varios pescaditos en este mar. Da bonita vista, mis niños dicen ‘yo sí me siento en el mar’, llevo toda mi vida viviendo aquí y nunca habían hecho algo parecido".