Para celebrar el término del ciclo maya denominado 13 Baktún, 76 personas llegaron este viernes a primera hora a la zona arqueológica de El Cerrito, en el municipio de Corregidora, y realizaron un ritual de meditación con el objetivo de concentrar energía positiva.
José Antonio Vázquez integrante de la asociación de culto maya Fuego Blanco aseveró que no se trata del fin de los tiempos, sino de un ciclo que termina y que fue pronosticado por esta cultura y, dijo, puede ser aprovechado para reflexionar sobre los acontecimientos mundiales.
“La vida sigue. Se trata de un cambio de época y de visión que debe ser aprovechado por todos para reflexionar”, asentó Antonio Vázquez.
Asimismo, destacó que este ritual efectuado en la plaza de las danzas asentado al sur de la pirámide, también tuvo el propósito de promover una actitud sanadora, tranquilidad espiritual y pasión por la vida.
“Es un ritual realizando con la intención de enlazar todos los eventos que se llevan a cabo en cada uno de los centros ceremoniales mayas de la zona sur del país”, informó el organizador de la actividad.
El rito masivo fue convocado por El abuelo Marzo YukQuetzal, a quien se le conoce como el sabio maya y es quien ha realizado este tipo de actividades desde el 8 al 21 de diciembre de este año, principalmente en los estados del sur del país, zona donde se asentó esta cultura.
El integrante de la asociación destacó que a la entidad le corresponde un papel importante por ser el enlace entre el centro y sur del país.
Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Corregidora informaron que, durante el día, la Pirámide de El Pueblito fue visitada por cerca de 500 personas de diversas partes de la entidad, del país y del mundo
Noel Juan de 16 años dijo que no cree que en este día termine el mundo. “Mi interés por visitar este sitio es para presenciar el ritual, además de apreciar la arquitectura y conocer un poco de historia”.
Los extranjeros se mostraron asombrados y gustosos de presenciar un ritual de avenencia, así como de visitar El Cerrito, que es el centro prehispánico más importante del estado de Querétaro y es reconocido por haber albergado una variedad de riquezas culturales, en la que predominaron las culturas teotihuacana, tolteca, chichimeca, otomí y tarasca.