De los 23 socios con que actualmente cuenta la Asociación de Vitivinicultores de Querétaro, 13 (57% del total) ya producen sus propios vinos y, en la mayoría de los casos, se mantienen perspectivas favorables que permitirían continuar con el desarrollo de la industria en el estado.

Lluis Raventos Llopart, presidente de la agrupación, refirió que la vitivinicultura atrae de forma anual a 500 mil visitantes, a través de actividades relacionadas con enoturismo, lo que genera una derrama económica directa de alrededor de 250 millones de pesos para la entidad.

Resalto que también se origina un beneficio indirecto a partir del consumo que se genera, por ejemplo, en hoteles, restaurantes, comercios y establecimientos que prestan servicios enfocados al sector turismo.

Al hablar de la importancia de la industria en la economía estatal, señaló que sólo la producción en botellas de vino tiene un valor estimado de 300 millones de pesos; se habla de que en Querétaro se producen anualmente 3 millones de envases, con un valor unitario promedio de 100 pesos.

“Actualmente somos 23 asociados y próximamente se estarán incorporando dos nuevos socios, con lo cual vamos a llegar a 25. De estos, 13 ya están produciendo sus vinos. Los otros son proyectos latentes y en otros casos se produce uva para venderla en las diferentes vinícolas del estado”, comentó Raventos.

La producción de vino queretana se exporta en 30%; la mayor parte (70%) se queda en el mercado nacional.

Raventos resaltó que “Querétaro es el primer estado en exportar vinos espumosos, y el mercado está en Asia, Estados Unidos y Latinoamérica.”

“Estamos empezando a buscar mercado en Europa, pero aun así la mayoría se vende y se coloca en el mercado nacional”, indicó.

A través de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), el gremio de los vinicultores busca acercarse a las ventanillas de crédito, para que los productores puedan acceder a un financiamiento que les permita entrar al mercado extranjero.

“La exportación es un mercado muy difícil y muchas veces no acabamos de entenderlo porque va en función de muchos factores”, dijo.

Según datos de la Sagarpa, en los últimos cinco años se pasó de 213 a 320 hectáreas enfocadas al cultivo de uva, lo que significa un crecimiento en la superficie sembrada de 50%.

Dólar sube precios. Lluis Raventos afirmó que en los últimos dos años se ha elevado 10% el costo de producción para quienes participan en la industria vinícola, por lo que una de las prioridades del gremio es elevar la calidad de los vinos para justificar el precio del mismo en el mercado.

Señaló que el tema del dólar beneficia en la parte de exportación, aunque en importación desfavorece al gremio, al necesitar insumos como materia seca, corchos y botellas.

“Al día de hoy lo que se produce en México son la uva y el vino, que evidentemente son lo más importante. Ya se está produciendo cartón, cristal y el vidrio de las botellas, pero normalmente las empresas que se dedican a esto dependen mucho de las importaciones y la compra de sus materias primas en dólares les afecta drásticamente y en paralelo nos afecta a la industria”, indicó.

“Al consumidor no le puedes explicar que el vino es más caro porque aquí cuesta más producirlo. Él te va a juzgar por la calidad de los vinos. Estamos totalmente conscientes de que o producimos vino de calidad o esto se acaba”, concluyó el presidente de la Asociación de Vitivinicultores.

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