De establecerse en el TLCAN que 40% de la producción automotriz se realice con salarios arriba de 16 dólares la hora, la industria automotriz mexicana preferirá pagar un arancel de 2.5%, aseguró Francisco Méndez Aguiñaga, director de la región Bajío del Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce).
Con la depreciación del peso de más de 40% en los últimos seis años, las exportaciones de México hacia Estados Unidos y Canadá se han hecho más baratas, explicó. Esto permitirá pagar un arancel de 2.5%, al no cumplir con la cláusula de 16 dólares la hora en la industria automotriz, afirmó.
Hace seis años cada dólar costaba 13 pesos, mientras que ahora cuesta entre 19 y 20 pesos. Con este grado de depreciación, sería manejable pagar aranceles para exportar a Estados Unidos sin perder competitividad, aseguró.
“Nosotros visualizamos que en la industria automotriz pueda hacérseles más fácil el pagar 2.5% de impuesto que incrementar la mano de obra a un monto de 16 dólares por hora, dado la depreciación”.
Refirió que las armadoras más automatizadas —con mejores salarios— podrán cumplir con la cláusula de 16 dólares la hora, pero la mayor parte del sector automotriz mexicano preferirá pagar aranceles por no cumplir este requisito.
“Sabemos que en México una de sus ventajas competitivas es que todavía mantiene una mano de obra amplia en este tipo de industria, por lo que la gran mayoría pagará ese 2.5% de arancel”.
A futuro, cuando el sector automotriz esté más automatizado habrán empresas que paguen más de 16 dólares la hora, y entonces dejarán de pagar el arancel del 2.5%, pronosticó.
La negociación.
Debido a la posibilidad de que Estados Unidos abandonara el TLCAN, México tuvo que acceder a que 40% de la producción automotriz en Norte América se realizara con salarios mínimos de 16 dólares la hora para no pagar aranceles, recordó Méndez Aguiñaga.
Como en toda negociación era necesario llegar a un acuerdo, porque el otro escenario era perder el tratado que se tenía en todos los sectores económicos, resaltó.
“Mucha industria terminal automotriz estadounidense, junto a la Comce y otras organizaciones accedieron a esas condiciones”, señaló Méndez.
Sin embargo, destacó que el acceder a dichas condiciones no significa que todas las armadoras estén susceptibles a cubrir el requisito. El castigo por no cumplir es pagar 2.5% de arancel al momento de ingresar a los Estados Unidos, dijo.
Aseguró que la negociación fue buena porque el gobierno de Estados Unidos estaba visualizando poner un arancel de 25% si no se cumplían los requisitos de salarios.
El gobierno mexicano negoció que en caso de que se impusieran aranceles de 25% en automóviles, México podría exportar hasta 2.5 millones de vehículos a Estados Unidos sin pagar ese arancel, blindando todo el sector, comentó.
“Consideramos que esa parte fue también muy buena dado las políticas del gobierno de Estados Unidos”.
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