Las tradiciones en el estado se respetan. Muestra de ello es la conglomeracion de miles de personas, de todas las edades, que esperan ansiosas y con más de media hora de anticipación el inicio de la Cabalgata Navideña, que año con año celebra el Patronato de las Fiestas de Querétaro, por las calles del Centro Histórico de la capital.

El 2016 es la edición 90 del evento, mientras que el desfile de Carros Bíblicos de hoy, celebra 190 años.

A los costados de la calle Corregidora, donde a la altura de Ángela Peralta inicia el recorrido, los niños se asoman por ambos lados para ver si avanza el contingente del desfile de plataformas que representan momentos trascendentes de la historia del estado.

Junto al gigantesco árbol de Navidad de la Plaza de la Corregidora, encabeza el desfile una veintena de angelitos blancos que, con sus aureolas de escarcha dorada, bailan alegres las melodías que la banda que está atrás de ellos entonan, mientras esperan la indicación de la salida que oficialmente se da pasadas las 20:30 horas. Algunas personas silbaban por la impaciencia que provocó el retraso; la hora de salida en programa eran las 20:00 horas.

Sin embargo, cuando inició el recorrido, la alegría reinó entre las familias que se reunieron alrededor del Jardín Zenea, ante las notas del tema Feliz Navidad que los integrantes de la banda tocaban, al tiempo que llegaba a la calle Madero, en donde dieron vuelta.

Aunque dicha vialidad es más angosta, el número de espectadores a lo largo del desfile es igual de grande que en la primera parte del recorrido. Todos quieren presenciar la bonita tradición del estado de Querétaro.

Los más contentos son los pequeños que se ilusionan al paso de los carros alegóricos y la comparsa musical.

Son 10 carros alegóricos los que componen el tradicional desfile navideño, que detiene su paso cada cierta distancia del recorrido, momento que aprovechan los espectadores para sacar fotos y saludar a los caminantes.

En el primer carro está la reina de la Navidad en Querétaro este año, Cecilia II, quien saluda a todos los presentes, a su paso junto a sus princesas y pajes que la acompañan.

Este año, también se incluyó como temática principal la celebración del centenario de la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

Antes de llegar a Ezequiel Montes, hay incluso quienes han sacado sillas para estar más cómodos.

La vendimia también gana, pues a lo largo del trayecto hay puestos de elotes, vendedores de papas y churritos, además de los juguetes luminosos llamativos para los pequeños.

El tercer carro escenifica la vivencia popular queretana, junto a un busto de Venustiano Carranza, ambientado con música vernácula.

En cuarto lugar avanzó una locomotora, por su importancia como medio de transporte durante la Revolución y el progreso del país. Revolucionarios y adelitas avanzan entonando corridos revolucionarios.

El quinto carro es un atril con Constitución, en celebración a que los mexicanos tienen la ley suprema.

El sexto carro es dedicado a la educación como garantía constitucional, con un aula, maestros y alumnos con libros en mano.

Las plataformas siete y ocho enmarcan las raíces indígenas de los queretanos; se presentó la capilla oratorio de la comunidad Villas del Progreso, antes llamada Tetillas, a 400 de su fundación por un lado.

El noveno carro es alusivo a la libertad de expresión; mientras que el décimo retrata la legalidad que consagra la Carta Magna.

Sin embargo, es el último carro de la cabalgata el que causa mayor ilusión entre los pequeñines, pues son los tres Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltazar, los encargados de cerrar la Caravana Navideña.

Arrojan dulces a su paso y la alegría se contagia. Incluso, son los personajes más buscados al término del recorrido para que los niños se tomen foto. Junto con el recuerdo de las tradiciones queretanas, el espíritu navideño se vive en su máximo esplendor.

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