En sesión ordinaria, el Consejo Universitario de la Autónoma de Querétaro (UAQ) se negó a tomarle protesta como integrante de este órgano a Saúl García Guerrero, quien se presentó a exigir el reconocimiento por parte de la autoridad del instituto educativo, amparado en su toma de nota como secretario general del Sindicato Único de Personal Académico (SUPAUAQ).
Los consejeros acordaron, por mayoría de votos, que el grupo sindical debe dirimir primero la controversia interna sobre la dirigencia del mismo, para designar auna voz al interior del órgano universitario.
En una acalorada sesión, se confrontaron Saúl García Guerrero y Nuri Villaseñor Cuspinera, ambos reclaman ser los auténticos secretarios generales del sindicato de académicos universitarios.
García Guerrero fue el primero en tomar la palabra para exponer su inconformidad, ante la negativa por parte del secretario del Consejo Universitario, Irineo Torres Pacheco, de incluir en la orden del día su toma de protesta como consejero.
“Pido se proceda a la toma de protesta de un servidor como miembro de este Consejo Universitario, para que a partir de este momento se me tenga como representante del SUPAUAQ por parte de todas las autoridades universitarias”, demandó.
Nuri Villaseñor Cuspinera dijo que el máximo órgano del sindicato de profesores no es el Consejo Universitario sino la Asamblea Deneral.
“La Asamblea General decidió que no se iba a tomar en cuenta esa elección [del 27 de octubre] porque ambas planillas fueron descalificadas por tramposas; entonces, se decidió a través de una Asamblea General que se hiciera una tercera votación y, en esa ocasión, quedó conformado un Comité con una servidora como secretaria general. El maestro Saúl no presentó documentos originales ni tomó protesta en la Asamblea General; nosotros sí tomamos protesta”, indicó.
Irineo Torres Pacheco informó a Saúl García Guerrero que la notificación de que no se le tomaría protesta como nuevo consejero también se le envió a Villaseñor Cuspinera.
“Lo anterior con el propósito de no interferir en la vida interna sindical, dado que en esta instancia del consejo han solicitado que se les tenga como presentados, dos comités ejecutivos del SUPAUAQ”, apuntó.
En ese momento, intervino el director de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Luis Alberto Fernández García, quien hizo un llamado a que fuera el propio sindicato el que dirima sus diferencias internas.
“Con respecto a la toma de nota, debo decir que muchos estamos en desacuerdo con este tipo de trámites. Lo que debemos evitar es que cualquier instancia o autoridad de fuera venga a decirnos qué debemos hacer. Además de recordar que la autoridad laboral no fue imparcial durante el período de huelga, dijo mentiras que a todos nos constan”, manifestó.
Ante el señalamiento de otro consejero sobre que no correspondía a la UAQ desacreditar a las instituciones, respondió que “la confianza se gana. Es casi un acto ciudadano desconfiar de la autoridad”.
A este pronunciamiento se sumó el director de la Facultad de Ingeniería, Aurelio Domínguez González, quien acotó: “Ya tenemos el antecedente de que la Junta [de Conciliación y Arbitraje] fabrica pruebas, argumentos, hay de sobra para desconfiar. Por cierto, cabría preguntar si fueron sancionados los que fabricaron pruebas para prolongar la huelga universitaria o más bien fueron premiados”.
El director de la Facultad de Derecho, Ricardo Ugalde Ramírez, señaló no tener elementos para resolver a quién debía tomársele protesta. “En tanto no exista por parte de la asamblea [del SUPAUAQ] una afirmación de quién debe ser el representante, no estamos en posición de emitir una opinión. Sería irresponsable”.
Al final de la diatriba, el rector Gilberto Herrera Ruiz solicitó a los consejeros emitir un voto a favor o en contra de tomar protesta a Saúl García como consejero representante del sindicato de académicos. Únicamente votaron a favor los cuatro representantes de la Escuela de Bachilleres, por lo que tanto el comité de García Guerrero como el del Villaseñor Cuspinera se retiraron por donde vinieron con las manos vacías.