Las autoridades universitarias acudieron al llamamiento de la Junta de Conciliación y Arbitraje, pero se levantaron de la mesa de negociación salarial y contractual con el Sindicato Único de Personal Académico (SUPAUAQ), al no reconocer a la dirigencia de Saúl García Guerrero.
El abogado general de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Óscar Guerra Becerra, manifestó al presidente de la Junta, Jesús Roberto Franco, que su presencia como representante de la casa de estudios se debía a que respetaban el llamamiento de esa instancia, pero no podían quedarse a efectuar la audiencia conciliatoria.
“La Universidad Autónoma de Querétaro está presente ante el llamado de la autoridad laboral; sin embargo, y en virtud de que existe una resolución del Consejo Universitario donde no se reconoce a la dirigencia aquí presente, yo me tengo que retirar. Como siempre, con todo respeto de la autoridad laboral”, afirmó Guerra Becerra, quien antes de ponerse de pie y salir de las oficinas de la Junta indicó que su retirada no significa que no se esté trabajando en una propuesta salarial para los maestros de la universidad, misma que, dijo, llevarán ante la Asamblea sindical y el Consejo Consultivo, que son las autoridades máximas de la organización sindical.
El presidente de la Junta de Conciliación y Arbitraje, Jesús Roberto Franco, hizo un exhorto a Guerra Becerra a quedarse y reconocer la toma de nota obsequiada por esta autoridad laboral.
“El sindicato que hoy está presente, la representación que se encuentra aquí presente, cumplió con los requisitos legales para que la autoridad les concediera el registro y como consecuencia la toma de nota. También se hizo el análisis jurídico de este pliego petitorio, y la autoridad considera que cumple todos los requisitos”, indicó el funcionario estatal. Sin embargo, a pesar de la advertencia, los representantes de la UAQ se retiraron de la Junta, acto que Saúl García consideró una falta de respeto.
“Nosotros fuimos electos por una clara mayoría de maestros sindicalizados, y a partir de ahí consideramos que la única autoridad que puede desconocer o reconocer es la propia autoridad [laboral]”, dijo el docente universitario, quien se pronunció a favor de una postura de diálogo con las autoridades de la UAQ, pero afirmó que esta acción “es una clara muestra de que el rector quiere que nos vayamos a huelga”.
Sin propuestas para el STEUAQ. En una sesión realizada más temprano, también en la JCA, la secretaria general del Sindicato de Trabajadores y Empleados de la UAQ (STEUAQ), Laura Leyva Saavedra, y el abogado Óscar Guerra asistieron a la segunda audiencia conciliatoria en temporada de prehuelga, emplazada para el 1 de marzo a las 12:00 horas.
Sin embargo, Guerra apuntó que ante la falta de certidumbre presupuestal para 2017, no llevaban todavía una propuesta salarial en forma que ofrecer a los trabajadores, quienes solicitan un aumento de 10% directo al salario.
Laura Leyva urgió a los representantes de la UAQ a elaborar este documento pues, dijo, tienen que llevarlo ante sus bases para discutir los incrementos propuestos por la institución.
Leyva Saavedra también reclamó al abogado general que los contratos de los trabajadores eventuales estén fechados para concluir el 28 de febrero, lo que consideró una medida de amago para el sindicato que preside. La lideresa apuntó, además, que la UAQ se ha negado a pagar los salarios caídos de los trabajadores eventuales de la huelga pasada, un apoyo que, afirmó, vino del gobierno del estado.
A este respecto, Óscar Guerra señaló que la fecha de terminación del 28 de febrero es una medida de previsión ante un posible estallamiento de huelga, debido a la escasez de recurso económico de que dispone la UAQ, y apuntó que la misma medida se tomó el año pasado, ofreciendo que si no hay huelga, los empleados eventuales serán inmediatamente recontratados a partir del 1 de marzo.
En lo que concierne al recurso que exige Laura Leyva, el funcionario universitario señaló que este dinero nunca llegó a las arcas de la universidad etiquetado para pagar salarios de eventuales, por lo que no puede entregarse a los trabajadores, ya que sería considerado un desvío de recursos.
