Después de que Salvador logró que en 2015 un juzgado familiar autorizara reconocer su nueva identidad como mujer transexual, Ilsa Aguilar Bautista libró una batalla burocrática para que la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) reconociera sus derechos y expidiera su certificado de estudios profesionales.
En aquel año, cuando el juzgado familiar le otorgó derechos civiles a Ilsa Aguilar Bautista, logró cambiar su acta de nacimiento y en un lapso de dos semanas su pasaporte ante las autoridades de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Sin embargo, el problema vino cuando la máxima casa de estudios de la entidad queretana se negó a expedir el certificado académico a Aguilar Bautista, lo que consideró lamentable porque se trata de una institución educativa que precisamente debiera apoyar las causas de toda la sociedad, especialmente de las minorías.
Recordó que tras el fallo del juzgado familiar, la UAQ le dio una respuesta condicionante:
“Las autoridades universitarias me comentaron que sí cambiarían mi expediente siempre y cuando tuviera mi acta de nacimiento, mi CURP y mi certificado de bachillerato con mi nueva identidad”.
En ese sentido, comentó que la máxima casa de estudios no podía asumir una postura condicionante ante el caso de una persona transexual que por primera vez solicitaba su cambio administrativo de identidad para fines de titularse como socióloga en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
“No sé cuántas personas transexuales hay en Querétaro, pero lo más lamentable es que tampoco haya interés legislativo por ordenar y actualizar las leyes estatales para que esos grupos minoritarios y vulnerables sean tomados en cuenta”, hizo hincapié.
Recordó que en agosto de 2014 entabló una demanda contra el titular del Registro Civil en el estado de Querétaro para lograr el cambio de nombre y género, a quien desde noviembre de 2013 se le había negado ese derecho.
El juicio se desarrolló en todas sus etapas, donde en su contestación la dependencia demandada confirmó su nula disposición de respeto a los derechos humanos en materia de diversidades sexuales y de identidad de género, de acuerdo con lo establecido en la Constitución General.
Primero se logró la modificación del nombre en el acta de nacimiento por el de Ilsa Aguilar Bautista, con el que se identifica públicamente, gracias a la queja interpuesta ante la Defensoría de los Derechos Humanos del estado de Querétaro, pero seguía pendiente la modificación del acta de nacimiento en lo referente al apartado del sexo.