Entre aplausos, el papa Benedicto XVI se despidió de los cardenales y empleados del Vaticano presentes afuera en el patio de la Santa Sede y abordó el auto que lo llevará al helicóptero que volará con rumbo a su residencia momentánea en Castel Gandolfo. Sereno recibió el saludo y la reverencia de los purpurados antes de abandonar la que fuera su residencia por casi 8 años. Benedicto XVI dejó el Vaticano a bordo del helicóptero que lo llevará a su residencia momentánea en Castel Gandolfo, Roma, un viaje que se calcula dure 15 minutos Las campanas en la Santa Sede repicaron para marcar el fin del Pontificado.