Tras siete años de haber iniciado el proyecto Caravana del Migrante, cada vez más entidades de toda la República Mexicana se suman para garantizar la seguridad de aquellas personas que trabajan en Estados Unidos y acuden a su país natal por la temporada decembrina; sin embargo, la relación con las autoridades de aquella nación podría complicarse en la próximas ediciones, tal y como lo ha señalado su creador, Fernando Rocha.
El evento, que reúne a migrantes mexicanos para regresar a sus hogares durante diciembre, se creó en 2010, cuando Juan Fernando Rocha Mier era diputado presidente de la Comisión de Asuntos Municipales y del Migrante en la Legislatura de Querétaro.
En diversos relatos, el propio fundador señala que la iniciativa nació con la intención de garantizar la seguridad de los “paisanos” que viajan por carretera desde Laredo, Texas, hacía diversas partes del país.
Durante los viajes de retorno, que familias enteras deben hacer por más de 10 horas en carreteras federales, se llegaban a registrar asaltos o inclusive extorsiones por parte de las autoridades aduanales y policiales, ya que al viajar solos eran “blancos fáciles”; esto derivado de que los connacionales viajan con el dinero que ahorraron durante todo el año, o bien, con regalos para las personas que los esperan en casa.
En la primera edición de programa, que se realizó el 20 de enero de 2010, participaron apenas 50 vehículos, es decir, alrededor de 250 personas, que viajaron juntos por los 190 kilómetros que dividen a la frontera con la Sierra Gorda de Querétaro, donde viven la mayor cantidad de migrantes.
Cada año la Caravana del Migrante dependía de la voluntad del diputado que presidía la comisión legislativa correspondiente; sin embargo, en septiembre del presente año, la LVIII Legislatura institucionalizó el evento.
Durante los próximos tres años se dispondrán recursos del Poder Legislativo para apoyar a los “paisanos”; aunque en diversas ediciones se ha contado también con el respaldo del Poder Ejecutivo del estado.
Asimismo, desde mayo del 2016, la caravana se convirtió en una asociación civil, que actualmente está representada por el propio Fernando Rocha e integrada por organismos como: la quinta visitaduría de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el Instituto Nacional de Migración, la Comisión de Asuntos Municipales y del Migrante de la Legislatura Local, así como miembros de la sociedad civil.
Este año se prevé alcanzar 2 mil participantes, quienes habrán de regresar a suelo mexicano escoltados por policías de los tres niveles de gobierno, representantes de derechos humanos y de otras instancias.
Se sumarán ciudades como Torreón, Guanajuato y San Luis Potosí, entre otras; aunque a decir del diputado Carlos Lázaro Sánchez Tapia, actual legislador encargado del evento, el contingente más fuerte es el de Querétaro.
En cuanto a los riesgos que corre el evento con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, Fernando Rocha señaló que podrían romperse las buenas relaciones que se tienen con las autoridades de aquel país, pues el discurso del republicano es “racista” y ofende a todos los migrantes; sin embargo, la asociación civil seguirá trabajando en coordinación con las autoridades locales.
El Anuario de Migración y Remesas, México 2016 considera que en los últimos cinco años (2010-2015) las autoridades migratorias norteamericanas registraron más de 3 millones de eventos de repatriación de personas a sus países de origen, lo que equivale al total de la población de Uruguay.
De este total, los mexicanos representarán casi 2 millones de repatriados, cifra que es similar al total de la población de Eslovenia.
En 2014, dos de cada diez migrantes repatriados eran originarios de Michoacán y Oaxaca; los estados con menor número de repatriados fueron Baja California Sur y Quintana Roo.
Los migrantes repatriados se caracterizan por ser un flujo predominantemente masculino, ya que nueve de cada diez migrantes eran hombres.
En este rubro, Querétaro se encuentra en un promedio bajo, al registrar 3 mil 643 repatriaciones al año. En contraste, Michoacán es el que mayor número de deportaciones registró, con 23 mil 138 personas.
De la cifra estatal, 35.2% de los viajeros, es decir, alrededor de 3 mil 635 personas, son originarios de los municipios de Querétaro (24.9%) y San Juan del Río (10.3%).
Cadereyta (8.8%), Jalpan de Serra (8.6%) y Amealco de Bonfil (8.3%) completan el Top 5 de las principales demarcaciones queretanas de las que sale mayor cantidad de trabajadores locales a Estados Unidos, en busca de mejores empleos, mejores remuneraciones por su labor y, por ende, mejoras para la familia que se queda en el estado, con los envíos de remesas.