El domingo en la madrugada se suscitó una nueva riña en la capital del estado, en donde dos automóviles y una vivienda de la colonia Eduardo Loarca fueron incendiados. Según el reporte de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Querétaro (SSPMQ) el conflicto fue entre dos familias de la zona y fue porque una de ellas no quiso fiar unos refrescos.
“Unos jóvenes acudieron a un domicilio a solicitar les fueran fiados unos refrescos, solicitud que les fue negada por parte de los vendedores”, indica.
Tras ello, los jóvenes se retiraron y regresaron minutos después para rociar gasolina a un coche modelo Dart K, propiedad de los expendedores de refrescos, refiere el texto, y lo incendiaron; el fuego se extendió a otro automóvil que estaba estacionado al lado.
En represalia, los dueños del Dart K fueron al domicilio de quienes quemaron su automóvil para hacer lo mismo con la vivienda, que terminó también en llamas.
“Cabe señalar que el llamado a la Policía Municipal de Querétaro se registró cuando inició el incendio del Dart K, arribando los servicios policiales (...) 10 minutos después”, explican.
Relatos distintos. Sin embargo, el reporte de la SSPMQ se contrapone a la versión de los vecinos, quienes afirmaron que, pese a los reportes insistentes a la línea de emergencias 066, los elementos de seguridad tardaron más de una hora en llegar.
La riña se registró sobre la avenida Sakurajima y, según testigos, los daños los ocasionaron personas que están identificadas como problemáticas; también reportaron el uso de bombas molotov.
Al percatarse de la pelea, los vecinos llamaron a la línea de emergencias, incluso afirman que el cuerpo de bomberos llegó primero al sitio, pero no pudieron entrar hasta asegurarse que las personas conflictivas ya no estaban en el lugar.
Según otros testimonios la policía llegó al sitio a los pocos minutos de iniciado el conflicto, “pero no quisieron ingresar” hasta que se retiraron las personas de la disputa.