Ciudadanizar la radiodifusión pública en Querétaro es el objetivo de la directora de Radio y Televisión Querétaro (RTQ), Claudia Ivonne Hernández Torres, quien asumió el cargo el 1 de octubre de 2015. Asegura que esto se logrará haciendo partícipe directamente al ciudadano en los contenidos que se realicen.
A pesar de haber sufrido un recorte presupuestal para este año, indica que la creatividad no está peleada con los recursos y adelanta que el próximo mes de octubre se estrenaran varias series de producción propia, las cuales, gracias a que RTQ forma parte de la Red de Radiodifusoras y Televisoras Educativas y Culturales de México, se podrán ver en otros estados.
Señala que otro de sus objetivos inmediatos es la creación de una Defensoría de la Audiencia, con la finalidad de que un comité ciudadano pueda fiscalizar los contenidos que emiten.
¿Qué opinas del periodismo que se realiza en Querétaro y en México?
A nivel nacional, en México, y a nivel local, en Querétaro, desafortunadamente el periodismo se ha convertido en una moneda de cambio para los gobiernos; entre más publicidad tienes contratada, menos libertad de prensa tienes y eso es muy triste, porque a mí me parece que el periodismo —como decía [Ryszard] Kapuscinski en uno de sus libros— debe tener intención. Cuando uno publica algo, debes tener la intención de que ese algo genere algo, sino son palabras ociosas.
A mí me parece que los periódicos, la radio, la televisión, los espacios de información están resolviendo el día a día. La cuota de la información es más importante que la información que es realmente trascendente y de eso nos estamos llenando todos los días. Creo que sí es un tema a debatir, porque ni siquiera es culpa del reportero, porque él hace lo que le pide el jefe y, desafortunadamente, el jefe hace lo que le pide el otro jefe. Primero está el reportero, después viene el jefe de edición, después el jefe de sección, luego el director del periódico, después el gerente o el dueño y después viene el presidente municipal, el secretario, el gobernador, el diputado y todos ellos meten mano en una nota y la nota que sale publicada no siempre es, ni siquiera, 50% de lo que el reportero vio y vivió.
Eso es un problema de sistema, no del reportero. Urge que en el país los reporteros y quienes trabajamos en los medios de comunicación nos organicemos. No es un tema que le interese ni al gobernante ni a las empresas de comunicación; es un tema que les debe interesar a los propios periodistas.
En esta nueva administración recibes la invitación para dirigir Radio y Televisión Querétaro. ¿Hubo línea, alguna recomendación para hacer o no hacer o decir algo?
Fíjate que no, porque si lo hubiera habido, de entrada, yo no hubiera aceptado. A mí me propusieron que yo me hiciera cargo de ciudadanizar la radio y televisión pública, y eso es lo que estoy haciendo. Les dije que había un enorme riesgo cuando uno ciudadaniza, por eso me han corrido de todos lados, porque le abres la voz, el espacio y micrófono a la gente y lo que la gente dice nadie lo puede parar, a mí me parece que es el ejercicio periodístico más importante: el ciudadano y el cívico.
Cuando a mí me invitaron me dijeron que hiciera exactamente lo que hacía fuera pero ahora de este lado. Pensé muchas cosas, muchas ventajas y desventajas para mi carrera profesional y para la credibilidad que me ha costado tanto fincar, pero decidí arriesgarme, porque además es un ejercicio de congruencia con el propio gobierno y hasta el día de hoy no he recibido ninguna línea, de hecho, en RTQ caben más los que son oposición que los propios integrantes del partido.
En los noticiarios siempre tengo invitados del PRI, del PRD, del Verde Ecologista, han ido activistas. Aquí todos caben y eso es lo más importante, que todos tienen una voz garantizada ahí adentro y que me han permitido hacerlo, de otra manera, quizá no hubiera aceptado el proyecto.
¿Cómo encontraste Radio y Televisión Querétaro?
Encontré un sistema lastimado en algunas cosas, lastimado por los contenidos. El gobierno anterior mostró que era controlador hacia afuera, pero también hacia adentro. Cuando llegué la gente no quería hablar, no quería decir las cosas, no conmigo, sino al aire.
A mí me parece que estas cosas se gestaron al interior, porque había demasiada incertidumbre respecto a lo que era correcto y no correcto, no había libertad de decir las cosas. Quiero puntualizar que no es porque la anterior directora, Mónica Ramírez, a quien yo aprecio mucho, tuviera que decir: no lo digan. Eran las cabezas las que controlaban la información y, entonces, al interior también había mucho control. Lo que estamos haciendo ahora es rescatar los ánimos, el ímpetu y las ganas de la gente, para hacer una buena radio y una buena televisión.
Parece que la radio y la televisión pública en la República Mexicana cuenta con muy poco apoyo gubernamental, ¿es el caso de Radio y Televisión Querétaro?
Este año fue muy complicado porque nos redujeron una muy buena cantidad del presupuesto (de 28 mdp bajó a 24 mdp) y con ese muy poco presupuesto estamos tratando de hacer cosas más dignas; pese a que más del 70% de los presupuestos para las instituciones se van al gasto operativo, es decir, para sostener a la gente que trabaja ahí, para pagarles.
Aquí, si bien es cierto, hay poco recurso, también es cierto que no hay necesariamente una negativa o una cerrazón por parte de gobierno del estado de apoyar el sistema.
Confío que el próximo año haya más presupuesto y que podamos hacer otros proyectos que tenemos en mente para hacer una mejor TV pública.
Existe la Red de Radiodifusoras y Televisoras Educativas y Culturales de México, ¿esto beneficia a la radio y televisión pública frente a los grandes corporativos privados que hay?
La Red es fuerte porque se hace fuerte entre todos. Son más de 50 estaciones de radio y televisión a nivel nacional y es tan fuerte que para este 2016 se consiguió la transmisión de los Juegos Olímpicos solamente para las televisoras públicas y eso nunca se había logrado, este año los derechos no le pertenecieron a las empresas privadas como Televisa y TV Azteca.
Eso fortaleció a la televisión pública, porque mucha gente en el país no tiene televisión de paga y la televisión pública es abierta y quien no tenía sistema de cable podían ver las Olimpiadas.
La televisión pública no necesita competir contra la televisión comercial, porque estamos en otro tipo de contenidos, estos nunca serán como los contenidos de TV Azteca o Televisa, porque nuestra intención no es vender nada, nuestra intención es compartir y para ellos la intención sí es vender.
¿Qué estrategias se deben implementar en el sector público para atraer a la audiencia?
Lo que yo hice llegando a RTQ fue cambiar los criterios de programación y, ahora, insisto que la gente sea el punto toral de la producción, que el ciudadano sea el centro de la acción. Si la gente se escucha en la radio o se ve en la televisión entonces legitimamos. Si yo, desde mi realidad, comparto mi realidad inmediata, entonces estoy adentro y si estoy adentro me interesa más escuchar a los demás y ese ejercicio lo estamos haciendo en RTQ, que sea la gente la que nos cuente sus historias y nos brinde la información.
Creo que sólo así vamos a lograr que la gente voltee a ver la televisión y a escuchar la radio, porque están ahí. Ese es el gran paradigma de la comunicación mediática, siempre va de una sola vía y la radio casi siempre es lo mismo, ahí ahora tenemos la ventaja del teléfono, pero no se completa el círculo. ¿Pero qué sucede si tú recibes una llamada en el noticiario de una denuncia en una colonia, la leo al aire y, además, voy al lugar con mi reportero y entrevisto a ese ciudadano que tiene un problema y se ve y se escucha y se le resuelve su problema? Pues eso poco a poco va a hacer que la gente nos vea y nos escuche más.
¿Cuáles son los retos en Radio y Televisión Querétaro a mediano y largo plazo?
Hay muchos retos, el primero es que yo pueda consolidar a mi equipo de trabajo, para que vaya en la misma dirección en la que yo voy y el segundo es consolidarlo en credibilidad y posicionamiento con la gente, para que cuando le estén cambiando a la radio o la televisión se queden un rato con nosotros. No pretendo que estén todo el día con RTQ, aunque muchos sí lo hacen, pero sí pretendo que la gente tenga una opción.
Ahora la programación de Radio Querétaro es como una especie de bufet, por eso le cambiamos el eslogan a: Consumo Libre, porque la gente puede elegir de la carta lo que quiera. En la televisión pasa algo similar y la idea es que con los contenidos que estamos haciendo se quede un momento en nuestra televisora.
En octubre vamos a estrenar una serie que se llama: Magiando. Es una serie sobre Pueblos Mágicos en Querétaro y con ese programa vamos a hacer una colaboración de intercambio con otros estados de la República Mexicana y, entonces, Magiando se va a poder ver en Zacatecas, Sinaloa, Michoacán, Campeche, Yucatán o Guanajuato. Esta ya es producción propia y con la Red tendrán trascendencia los contenidos que se generan en Querétaro. Esto también es un trabajo de gestión, creo que la virtud debe ser sumar y no restar, entre más sumemos nos hacemos más fuertes y esa es una de las fortalezas de la Red, porque si no estuviéramos ahí, no tendríamos la posibilidad de programar series del Canal 22, del Canal Once, etcétera.
¿Ustedes también escuchan a la audiencia de RTQ?
Por supuesto, de hecho uno de los proyectos que tengo a corto plazo es crear una Defensoría de Audiencias. Es un modelo que se ha implementado en otros países como Chile y Argentina y han logrado cosas maravillosas. Yo sé que corro riesgos, pero quiero correrlos, porque creo que el ciudadano es el que debe dictar la agenda de los medios de comunicación. Estamos a punto de lanzar la convocatoria para quienes pudieran formar parte de este comité de Defensoría de Audiencias. La idea es que estas personas supervisen, verifiquen y fiscalicen los contenidos de Radio y Televisión Querétaro, para que no exista ningún pretexto de mal manejo del lenguaje. No queremos ser ofensivos ni oportunistas.
Creo que vale la pena el esfuerzo, porque creo que la radio y la televisión, que es otro de mis proyectos, deben convertirse realmente en públicas y no estatal. Ya lo hizo la Deutsche Welle, la BBC, lo hizo Radio Nederland y creo que nosotros podemos hacerlo. Recuerda que un sistema estatal depende necesariamente de los criterios de un gobierno en turno y una estación pública no. El sistema público de radiodifusión implica una libertad de expresión desde adentro, aunque tenga recursos del gobierno en turno, y creo que Querétaro ya está lo suficientemente maduro como para tener un sistema público de radiodifusión y voy a buscar que así sea.