La zona de El Cerrito se encuentra en un proceso de investigación inacabado, señaló el delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia en Querétaro, Manuel Naredo Naredo, quien apuntó que no es prioridad del INAH abrir sitios arqueológicos al turismo, ya que esto obligaría a la dependencia a realizar erogaciones difíciles de hacer.

Admitió que hay trabas administrativas y falta de recursos económicos para atender todos los sitios arqueológicos que tiene a su cargo la dependencia a nivel federal.

“El INAH a nivel nacional tiene una gran cantidad de sitios arqueológicos abiertos al público que conllevan un gasto corriente muy fuerte de manera cotidiana. Es una problemática administrativa y económica muy importante el brindar servicios de operación en todos los sitios arqueológicos del país”, declaró.

Señaló que aunque El Cerrito, que se ubica en el municipio de Corregidora, es un sitio que puede ser visitado por el público, todavía no concluye el proceso necesario para alcanzar la categoría formal de “sitio abierto al público” que maneja el instituto, con la que incluso se podría cobrar una entrada al recinto.

Indicó que para poder continuar con el proceso de descubrimiento de la base piramidal es necesario que el arqueólogo responsable del sitio –Daniel Valencia– presente un proyecto al Consejo de Arqueología.

En cuanto a la construcción del Museo de Sitio, el funcionario apuntó que el principal obstáculo para desarrollarlo ha sido la falta de recursos económicos, aunque la administración municipal arregló el problema de la tenencia de la tierra, que era un obstáculo para la consolidación del mismo, por lo que hay una buena disposición de las autoridades centrales de continuar con el proyecto.

Sobre el resto del proyecto turístico que presentó el municipio de Corregidora e incluye proyecciones nocturnas y continuar con el descubrimiento de la pirámide, dijo:

“La postura siempre ha sido que vayamos paso a paso. Si hay un proyecto de construcción de un Museo de Sitio, nos gustaría agotar ese proceso. Es muy complicado intervenir el sitio por todos lados. Es decir, vamos a descubrir la pirámide, vamos a hacer una proyección sobre ella, vamos a construir un museo y todo al mismo tiempo. Creo que vale la pena jerarquizar las prioridades y trabajar en ellas”.

“Para nosotros sería más importante la posibilidad de construir el museo y después continuar con los otros trabajos. En el museo podríamos mantener una exhibición constante de las muchas piezas que han aparecido en El Cerrito y que la gente no conoce porque no hay un lugar seguro y adecuado para exponerlas”, añadió.

Señaló que, en lo que corresponde al INAH, se llevará a cabo antes de que termine este año una intervención y remozamiento del área de servicios y módulo de atención al visitante, que se encuentra en El Cerrito, para mejorar sus condiciones en cuanto a mobiliario y la techumbre.

“No es una prioridad del INAH abrir espacios de atracción al turismo. Quizá por ello es que las cosas avanzan, pero no en el sentido en que los ojos al exterior quisieran. Quizá haya gente que piense que El Cerrito debe ser un espacio donde haya actividades, pero no, para nosotros lo importante es que se preserve, que se cuide y que podamos rescatar de él toda la información necesaria para conocer nuestra historia. Son esos los criterios distintos y no concuerdan”, refirió.

En cuanto a la señalética, el delegado del instituto admitió que se encuentra en muy malas condiciones y lo achacó a las condiciones climáticas del sitio, pero insistió en que los nuevos señalamientos ya se encuentran en la etapa de diseño, esperando únicamente la autorización de la administración central.

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