Con buenos ojos acepta la ciudadanía y afición de los Gallos Blancos la aprobación de la ley contra la violencia en los estadios y eventos deportivos, al tiempo que confían que con esto los conflictos sucitados al interior y exterior de estos sitios, desaparezcan.
Después de que se presentaran riñas al interior del estadio Jalisco el pasado fin de semana, y los diputados a nivel federal aprobaran en lo general la ley anti violencia en los estadios, los habitantes de la ciudad consideran esta medida como buena para contrarrestar las trifulcas en los diferentes estadios, principalmente en el Corregidora, donde la porra de los Gallos Blancos ha protagonizado en varias ocasiones este tipo de pleitos.
“Para mi es buena medida, ya que en muchas ocasiones vemos como los chavos que van a apoyar al equipo, llegan ya en estado de ebriedad, o bajo los influjos de alguna droga y se ponen muy violentos, por lo que es necesario que la ley sea más rígida y termine con los pleitos antes de que empiecen, esas peleas solo las veíamos por televisión en los partidos ingleses, pero ellos ya son más civilizados y no se pelean al interior del estadio como lo hacen las barras en México”, dijo Fernando Orozco, aficionado de los Gallos Blancos.
En otras ocasiones las riñas no se presentaban al interior del estadio, el campo de batalla se localizaba al exterior del mismo coso de juego, cuando los barristas atacan a los elementos de la policía con palos, piedras y botellas, por lo que se han presentado detenciones en diversos partidos que no son considerados de alto riesgo, y los integrantes de las barras se enfrentan directamente a la policía.
“A mí me detuvieron en una ocasión porque al salir del estadio ya estaba medio borracho, los policías estaban afuera y detuvieron a unos chavos que estaban orinando en la calle, eso nos prendió y fue cuando soltamos pedradas a los policías”, dijo Miguel Soria, integrante de la porra “La Resistencia”.
Una vez aprobada por el pleno de la Cámara de Senadores, esta ley contempla que para el Apertura 2014 se castigue a quienes cometen actos de violencia en estadios con más de cuatro años de cárcel.
