En  los templos principales de la capital queretana y del estado, el día de ayer se realizó  la bendición de palmas o mejor conocido como “Domingo de Ramos” o  “La Pasión del Señor”, celebración que de acuerdo con la Iglesia católica, marca el inicio de la Semana Santa, al conmemorar  la entrada  y reconocimiento de Jesús como hijo de Dios a Jerusalén, lugar en donde fue arrestado y crucificado.
Los ramos fueron ofrecidos a las afueras  de  las iglesias católicas. Palmas elaboradas por artesanos de las comunidades y municipios alejadas de la capital queretana, principalmente de la sierra y que fueron  ofrecidas a la ciudadanía con un costo entre los cinco y 10 pesos.
Cabe mencionar, que las palmas o ramos son elaborados con  hoja seca  y tejida a mano en diferentes figuras, las principales,  la que simula a la virgen María,  o la tradicional de la Cruz,  ya que recuerda cuando Jesús de Nazaret fue condenado a la crucifixión.
Fue en el templo de Santa Clara, donde desde temprana hora del domingo,  decenas de católicos queretanos, principalmente familias, se  congregaron  para recibir la bendición de sus palmas por parte del obispo de Querétaro, Faustino Armendáriz Jiménez, quien  posteriormente  se trasladó a pie a la catedral queretana, lugar en donde ofició la misa del medio día.
En este sentido y durante su mensaje dominical, el Obispo recordó lo que sucedió en aquellos tiempos en Jerusalén en el marco de la fiesta  Pascual, con la concentración, alrededor del templo de  miles de peregrinos  israelitas de todas partes del medio oriente.
“Era una ocasión para retomar las expectativas  políticas del pueblo en lo que respecta a sus ansias de liberación y su esperanza mesiánica. En este contexto Jesús quiere realizar un gesto profético, pero que iba en contra de estas expectativas, al mostrarse como un rey pobre, humilde y sencillo”.
Sin embargo, refirió, esto generó diferentes lecturas en los miembros del pueblo, ya que incluso los propios discípulos  de Jesús, pensaron que había llegado  la hora del triunfo, la del Mesías que iba a instaurar su reino.
“Los gritos significaban que  pedía ayuda a Dios para la victoria, sin embargo Jesús estaba entrando en terreno peligroso ya que estaba entrando en la sede de los custodios de la ortodoxia y del culto,  es el lugar donde lo matarán, ya que es el terreno de sus enemigos”, relató el Obispo.
En este sentido, comentó, que actualmente como personas y seguidores de Jesús, es  tiempo de pensar en la  liberación y en el reconocimiento de Jesús  como único Salvador, al mismo tiempo de pedirle que  nos salve.
“Es pedir una liberación de tantos apegos que nos desvían del camino hacia la liberación total del mal, hacia la Pascua, a pesar de los riesgos que conlleve iniciar o fortalecer un proceso de conversión en los esquemas comunes”, destacó.
Faustino Armendáriz, invito a los fieles católicos a  entrar con Jesús a Jerusalén, aun sabiendo que  a tiempo, y  destiempo se tenga que  proclamar su Reino, ya que  Semana Santa, es tiempo de serenidad para entrar en un ambiente de oración y agradecerle al Señor su amor.
“Es tiempo de compromiso para ser condescendientes a ese amor de Dios y seguirle con fidelidad y coherencia de vida. El  “Domingo de Ramos” entramos a Jerusalén con Jesus, alabemos a Dios con nuestras Palmas, con nuestro canto, con nuestra vida”, concluyó.
Los fieles católicos acudieron a bendecir sus palmas, como símbolo  que recuerda cómo es que habitantes de Jerusalén recibieron a  Jesús, colocando a su paso un camino de palmas.

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