Sólo 20% de la población indígena se dedica a las labores del campo, lejos de la creencia que se tiene sobre las actividades primarias que ejercen, explicó el delegado en Querétaro de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), Aurelio Sigala Páez.
“Uno pensaría que las comunidades indígenas se dedican principalmente al campo y no, la mayor parte de la gente no se dedica al campo en Querétaro (…) sufren de marginación aquellas personas que no logran cubrir sus necesidades básicas, o fundamentales, con el salario que tienen; en Querétaro los niveles de marginación están en alto y muy alto”, advirtió el delegado.
La mayoría de la población que ejerce acciones productivas emigra a las zonas urbanas para trabajar en fábricas o industrias que ofrezcan bienes y servicios, pese a ello, prevalecen los niveles de marginación porque los salarios no son suficientes para abatir sus carencias.
“Cerca del 20% se dedica a actividades primarias como agricultura y ganadería, un buen porcentaje -sobre todo en el semidesierto- por razones obvias de la orografía están en la ciudad está trabajando con diversos servicios”.
Quienes se reconocen como indígenas son los habitantes de 286 comunidades (todas ellas contempladas en el Catálogo de Pueblos Indígenas) con una población total de 75 mil personas, de las cuales 60% (45 mil) tienen niveles de marginación alto y muy alto.
“Algunas comunidades tienen pobreza extrema; las comunidades que tienen alto rezago y muy altos son la mayoría de los indígenas (…) más de 60 por ciento tiene alta y muy alta marginación; el ingreso de las comunidades indígenas evidentemente tiene que ver con el empleo, hay quienes tienen más de un salario mínimo por eso no es solución”, explicó Sigala Páez.
El funcionario federal aseguró que en los últimos siete años los índices de rezago han ido a la baja, sin embargo aún existe “mucho por hacer” para que las condiciones sociales sean óptimas para tener una mínima calidad de vida.
Para ello se requiere aún de infraestructura y de dotar de servicios básicos como lo son luz, agua y drenaje, además de cubrir derechos fundamentales para todos como lo son la salud y la educación.
“Con datos oficiales del INEGI se ha disminuido la pobreza de hace siete años a la fecha, en términos, por ejemplo, de los indicadores más medibles como el agua y la luz, pasó del 36% con necesidad a un 10%”, afirmó Aurelio Sigala Páez.
Para el presente año se tiene programada una inversión de 520 millones de pesos, 80% de la CDI y el resto del estado en conjunto a los municipios queretenses.
56% de los habitantes indígenas del estado hablan otros idiomas, la mayoría otomí “va creciendo la población indígena, como toda la población en general, lo que va disminuyendo de manera moderada es el auto reconocimiento como parte de las comunidades indígenas”.