La iglesia católica está lista para reactivar las misas presenciales en cuanto la autoridad así lo determine y con total respeto a los lineamientos que establezcan.
La religión es una actividad esencial para el desarrollo de la población, estimó el vicario general de la Diócesis de Querétaro, Martín Lara Becerril, quien remarcó que la vida espiritual ayuda a tener una sociedad sana.
En cuanto se autorice que los recintos religiosos pueden retomar sus actividades con la presencia física de los fieles es que se hará lo propio, con acciones que permitan garantizar que los templos se reactiven de una manera favorable y sean lugares seguros.
Destacó que la grey no ha ingresado desde que se dio la instrucción de cerrar ante la contingencia sanitaria, aún así, en cuanto la autorización se dé, se acatará la indicación de la Conferencia del Episcopado Mexicano, respecto a que todos los recintos eclesiásticos deberán sanitizarse antes de permitir el ingreso de los fieles.
“Aquí en Querétaro esperamos que las autoridades civiles, sanitarias y Protección Civil nos den el visto bueno para arrancar. El Episcopado nos ha recomendado una sanitización del lugar y evidentemente que lo haremos”.
Dijo que se implementarán todas las medidas que ordenen las autoridades, mismas que, confió, también cumplirán al pie de la letra los fieles, quienes desean recobrar su derecho de expresar libremente su fe.
“La vida espiritual es esencial en una sociedad, ahorita se ha dicho que hay que aperturar los lugares que son básicos en la vida social, pues es básico, también, la vida espiritual en una sociedad” dijo.
Por ello, la Diócesis de Querétaro permanece atenta a las instrucciones que emitan las autoridades gubernamentales, y se encuentra lista para poder reabrir sus recintos en cuanto se emita la autorización correspondiente.
“Estos dos criterios son muy básicos para pensar en la reapertura de nuestros templos, repito, yo espero el diálogo con las autoridades, las indicaciones de todos ellos para poder reaperturar. Creo que con las medidas sanitarias adecuadas podemos, con toda libertad, y con toda confianza, abrir. Casi estoy seguro que nuestros fieles harán caso de las normas sanitarias que nosotros les pongamos en las iglesias”.