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La madrugada del sábado la parroquia de San Rafael Guízar y Valencia, en Tlacote el Bajo, fue robada. Los asaltantes se llevaron objetos utilizados en los ritos y las alcancías, además destruyeron el relicario con las reliquias de Guízar y Valencia.
En un comunicado, la Diócesis de Querétaro informó que la madrugada del sábado fue profanado con fines sacrílegos el Templo Parroquial de la Parroquia de San Rafael Guizar y Valencia, en Tlacote, el Bajo.
“Abrieron violentamente el Sagrario y robaron el relicario que contenía el Santísimo Sacramento para la adoración Eucarística. Se robaron la llave del Sagrario, el divino rostro de la Santa Cruz de los milagros, destruyeron el relicario que contenía la reliquia San Rafael Guizar y Valencia, se robaron dos custodias para la exposición el Santísimo Sacramento”, explicó.
Además, los ladrones sustrajeron otros objetos sagrados y las alcancías del Templo. Agregó que este tipo de conductas se están haciendo más frecuentes en la diócesis, como reflejo de una sociedad cada vez más secularizada y por la profunda descomposición del orden social en México.
El comunicado cita al obispo de la diócesis, Faustino Armendáriz Jiménez, quien comentó que “se trata de actos sacrílegos contra el mayor tesoro que tenemos los católicos: la Santísima Eucaristía. Este nuevo acto lastima nuestra sensibilidad religiosa; por ello, como su pastor diocesano pido a todos los sacerdotes que en cada una de las parroquias, templos y oratorios, se realicen actos de desagravio y reparación, ya sea con la celebración de la Eucaristía o con la exposición prolongada del Santísimo Sacramento con turnos de adoración por parte de los fieles”.
El comunicado añadió que este hecho debe ser una oportunidad para reflexionar “sobre el invaluable don de la presencia del Señor Jesús en las especies eucarísticas. Jesucristo, nuestro Señor, a pesar de todos los riesgos y peligros, mantiene hoy su voluntad de permanecer entre nosotros; para dar rumbo y esperanza a su iglesia”.
Redoblar esfuerzos. A los responsables de velar por la seguridad y cuidado del Sagrario en la iglesias, templos y oratorios, Armendáriz Jiménez les solicitó redoblar su esfuerzo por el cuidado y vigilancia del Santísimo Sacramento.
Pidió hacer de este agravio una oportunidad de desagravio, que “esta ofensa” sea ocasión para suscitar y manifestar el amor hacia Jesucristo y para la fe y devoción a la Sagrada Eucaristía.
Asimismo, la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Querétaro informó que con el objetivo de implementar medidas de prevención para evitar algún incidente que vulnere los bienes religiosos, mandos de la corporación entablaron contacto con el sacerdote Humberto Acevedo Tacuba y Daniel Rico, quien es mayordomo de las fiestas de la parroquia en Tlacote El Bajo.
En este encuentro, los representantes de dicha iglesia coincidieron que el mantener abierto el templo sin presencia de guardias ciudadanas propicia que se registren incidentes como el ocurrido la madrugada del sábado.
Tanto el personal policial como el sacerdote Humberto Acevedo acordaron mantener comunicación permanente para reportar cualquier hecho que altere la tranquilidad, tanto de ellos como de los feligreses.