Con motivo del partido de futbol Gallos Blancos contra Chivas del Guadalajara, que se llevará a cabo el 28 de enero en el estadio Corregidora, la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), en coordinación con la Secretaría de Seguridad Pública del Municipio de Querétaro (SSPMQ) implementará un dispositivo de vigilancia.

Entre ambas corporaciones de seguridad dispondrán de un estado de fuerza superior a los 400 elementos, con el objetivo de garantizar un ambiente de tranquilidad a todas las familias que asistan al encuentro deportivo, que está programado para iniciar a las 17:00 horas.

Desde dos horas antes del arranque del encuentro de futbol, se tiene previsto realizar acciones preventivas con la finalidad de inhibir cualquier situación de riesgo, tanto al interior, como al exterior del inmueble, considerando que se espera una afluencia importante de asistentes.

Autoridades aseguraron que ningún aficionado podrá ingresar al inmueble con objetos punzocortantes, armas, astas de bandera, sombrillas, hebillas de cinturón muy grandes, bolsas ni mochilas. Tampoco se permitirá el acceso en caso de llegar en estado inconveniente.

Apenas el jueves pasado, los jugadores de Gallos Blancos Miguel Martínez, Emmanuel Tito Villa, Camilo Sanvezzo e Hiram Mier, convivieron en una plaza comercial de la capital queretana con los aficionados, a quienes dieron autógrafos .

Martínez, central del Querétaro, comentó que este acercamiento con la afición era una inyección de ánimo para ellos, ahora que no pasan por un buen momento futbolístico.

Hiram Mier, jugador que apenas se incorporó al Querétaro en este torneo como refuerzo, comentó que era la primera vez que tenía este acercamiento con la afición queretana.

La mayoría de los hinchas que se dieron cita en el lugar eran jóvenes que se encuentran o dejan la pubertad. Llevaban sus camisetas, gorras, carteles en donde se anunciaba la presencia de los jugadores, incluso portaban audífonos, para que sus ídolos estamparan sus firmas para conservarlas para la posteridad.

Se observó a padres con sus hijos, unos incluso todavía de brazos, que poco o nada saben de futbol, pero que posaron junto a sus progenitores para la foto con los jugadores, mientras que el sonido de la tienda invita a los compradores a subir al segundo piso, para “conocer en persona” a los jugadores queretanos.

Pero el más querido fue El Lobo Sanvezzo, quien con la sonrisa y amabilidad que le caracterizan se tomó fotos, repartió autógrafos e intercambió saludos con niños de tres o cuatro años. Redacción

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